El mordisco en la manzana

Aurora Muñoz / Amunozl@grupojoly.com

Definitivamente... Quizás

EL culebrón que rodea a la Duquesa de Alba se parece cada vez más al cuento de Pedro y el lobo, un relato infantil que narra la historia de un niño burlón que tantas veces anunció a pleno pulmón que se acercaba el lobo a los rebaños, que cuando llegó el día en que el animal se lanzó a devorar a sus ovejas, nadie le creyó. Algo así sucederá con la boda de Cayetana Fizt-James Stuart, que acabará produciéndose en la más absoluta intimidad, cuando los paparazzis acaben agotados de seguir pistas falsas entre el sevillano Palacio de las Dueñas y su finca de El Carpio, en Córdoba.

Es más, en contra de lo que anunciaba la revista ¡Hola! hace apenas unos días, el enlace podría producirse mucho antes de lo que parecía, ya que fuentes bien informadas apuntan que el próximo día dieciséis de octubre, la Duquesa podría reunirse con la Reina Doña Sofía en una audiencia privada en la que está prevista que Cayetana explique en qué punto se encuentra su relación con Alfonso Díez Carabantes. Teniendo en cuenta que la falta de apoyo de la Casa Real fue uno de los motivos que frenaron a la Grande de España en su primera intentona, éste podría ser el empujón definitivo para que los tortolitos se coloquen frente al altar.

No es el único indicio que hacen resonar las campanas de boda, ya que hay quien dice que la visita que Alfonso Díez le hizo a su octogenaria "amiga" en Sevilla fue una excusa para reunirse con todos los hijos de la Duquesa y exponerles cuáles son sus sentimientos.

Esta versión de los hechos parece bastante plausible, puesto que otro de los inconvenientes que tenía la pareja para contraer matrimonio, era que el sacerdote con el que se confiesa Cayetana -gran amigo de la familia-, se negó a iniciar los trámites eclesiásticos necesarios para oficiar la ceremonia. Y ahí es donde encaja la audiencia privada que tuvieron Alfonso Díez y la aristócrata en la sacristía de la iglesia del Cristo de los Gitanos, una imagen venerada por la matriarca de la Casa de Alba y de cuya Cofradía es hermana mayor. Si finalmente el sacerdote se replantea su decisión, Cayetana podría regalarnos la noticia del año y abandonar, definitivamente, este "quizás".

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