Cuchillo sin filo

Francisco Correal

fcorreal@diariodesevilla.es

Federer

A sus 93 años, al historiador Luis Suárez le quitaron la calle que tenía en Valladolid para ponérsela a Rafa Nadal

Por la mañana lo vi sentado tomando una cerveza en la plaza de San Andrés, junto a la iglesia donde está enterrado Valdés Leal y donde todos los años renueva su clavel Iñaki Gabilondo en el ritual de Santa Marta, patrona de los hosteleros. El hombre se llama Manuel González Jiménez, nació en Carmona y está considerado como uno de los más importantes medievalistas. Ganó el premio Antonio Domínguez Ortiz con la biografía de Fernando III y también es autor de la de su hijo, el rey Alfonso X el Sabio. El historiador es un sabio sencillo, hasta el punto de invitar a una cerveza a este humilde reportero. Compartía el aperitivo con su esposa, la irlandesa Mary O'Sullivan, de un país pequeño pero con tantos premios Nobel como España.

El historiador que me había invitado a una cerveza es "el principal investigador del tema de la frontera". Así le llama su colega Luis Suárez en el libro Las guerras de Granada, que es un apasionante ensayo sobre el tema de la frontera. Un límite permeable de abrazos y puñaladas, de cruce de caminos y de ballestas, que aparece en topónimos como Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera o Jimena de la Frontera y hasta en gentilicios como el de moriscos, que todavía reciben los nacidos en La Puebla de Cazalla por su condición de territorio fronterizo.

En el siglo XV que termina con la rendición de Granada, Luis Suárez registra cuatro guerras de la frontera. En España es mucho más popular el futbolista uruguayo del Barcelona que tiene ese nombre, incluso el futbolista gallego que disputó la final de la Eurocopa del gol de Marcelino a la Araña Negra. Los historiadores son menos populares que los futbolistas. Luis Suárez cuenta muy bien el desatino sucesorio del compromiso de Caspe, es autor de libros como Lo que España le debe a Cataluña y de frases como que España sólo llevó a América el Padrenuestro y el caballo. Tiene 93 años, fue director general de Universidades con el régimen de Franco y rector de la Universidad de Valladolid, donde tenía una calle que en octubre del año pasado le quitaron en aplicación de la ley de la Memoria Histórica. La antigua calle rector Luis Suárez de Valladolid se llama ahora calle Rafa Nadal. En aplicación de la ley del Grand Slam, deberían ponerle calle Roger Federer.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios