Mañana es 4 de diciembre. Si se repasan las versiones modernas de estos cuarenta años en Andalucía, hay una clara apropiación de la historia a cargo del Partido Socialista, el eterno gobernante. El 4 de diciembre, el 28 de febrero y la autonomía con el máximo techo constitucional son hitos sobre los que se construye un cierto sentimiento patriótico atribuible al preclaro liderazgo de un partido, que ha fagocitado a todos sus adversarios y a todos sus socios. Pero hace 40 años había otros actores en la escena política regional. Uno determinante fue el PSA, convertido después en Partido Andalucista y finalmente desaparecido.

Hay un viejo aserto en política según el cual el poder no se ostenta, sino que se ejerce. Pero en época de populismo y democracia sentimental, la ostentación es un valor en alza. Los publicistas fabrican gestos y los convierten en mensajes. El PSOE andaluz, la máquina de propaganda y poder más eficiente que hay en España, domina la materia. Tenemos a diario una foto simbólica de la presidenta en todos los medios. Pero no siempre hace honor a la realidad social.

Un ejemplo lo dio el lunes en Málaga en el 25 aniversario del Parque Tecnológico, un referente nacional e internacional. La Junta tiene un 51% de las acciones del PTA y el Ayuntamiento un 34%, pero en la mesa que presidió la ceremonia había tres socialistas de la Junta, presidenta, consejero del ramo y su delegado en Málaga y sólo uno del Ayuntamiento, el alcalde del PP. En el bosque político andaluz se oye el tam-tam electoral desde hace semanas. Y tanto al delegado como al consejero se les supone en las listas del PSOE de las próximas autonómicas. Así que aprovechan la ocasión para exhibirse.

El delegado de la Junta en Málaga además es secretario provincial del PSOE y presidente del Parque. Los tiempos de ZP de limitación de mandatos y no acumulación de cargos están olvidados. El secretario-delegado-presidente habló en el acto. Se le olvidó mencionar al fundador y director del Parque todos estos años, Felipe Romera, prestigioso ingeniero y estratega. Curiosamente, a la presidenta también se le olvidó citar a Romera; no así al alcalde, que lo elogió hasta cuatro veces. El contraste fue notable, porque el presidente de Unicaja y el rector de la Universidad también destacaron la labor del director del PTA.

El martes, en la inauguración de la exposición sobre Murillo y los Capuchinos, hay otra foto, en la que aparecen ocho personas: presidenta, consejeros de Cultura, Turismo y Educación, alcalde de Sevilla y concejal de Cultura, arzobispo de Sevilla y directora del Museo de Bellas Artes. Una foto monocolor, seis de los ocho son dirigentes del PSOE, con un porcentaje municipal mejor que en Málaga; era en familia. El lema de la época es que el poder no sólo se ejerce, sino que también se ostenta hasta donde a uno le dejen. De ahí esta práctica metódica de usurpación de papeles y ocupación de espacios. Nada elegante.

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