DA igual que a Francisco de Goya le faltaran dos siglos para conocer al dictador que gobernó España durante cuatro décadas tras ganar una guerra fratricida. Góngora también es culpable pese a nacer en 1561, a tres siglos y medio vistos. Da exactamente igual: ambos son franquistas. Esta gilipollez política planteada por aquellos que se dedican, día sí y otro también a retirar bustos, placas y nomenclátores, ha estado a punto de llevarse por delante varias plazas en Sabadell. Causa admiración la forma en la que la falta de educación conlleva a dos cosas realmente peligrosas: de un lado perpetrar imbecilidades como la descrita y, de otro y mucho más grave, repetir los errores del pasado. Tengan en cuenta que quien en verdad cree que Goya fue un tranquista puede pensar mañana que usted es un capitalista redomado porque se deja el alma trabajando por su familia. A todo esto hay quien se sorprende porque no hay una universidad española entre las 200 mejores del mundo. Y lo que te rondaré, morena.