La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Nacidos para robar

Vuelve Artur Mas para concluir su hazaña política: destruir el catalanismo moderado y arruinar del todo a su partido

Mientras más los aisla la política, los rectifica la Justicia y los deteriora la vida, más se revuelven contra su destino irreversible y más persisten en sus desafíos. Francesc Homs se despidió del banquillo amenazando a los ropones del Tribunal Supremo con liquidar el Estado español si lo castigan por quebrantar la ley democrática, Artur Mas advierte que los colegios catalanes "igual que se precintan se desprecintan", augurando lo que pasará cuando se les impida celebrar el referéndum. Al mismo tiempo, el ex Honorable se prepara para ser otra vez candidato. No crean que por ambición ni megalomanía, lo hace sólo por culminar su hazaña política: destruir el catalanismo moderado y arruinar del todo el partido al que le debe todo. No va a parar.

Junto a la imputación del único hijo de Jordi Pujol que aún estaba exento -ya toda la familia permanece unida en la rapiña común-, el pasado, que siempre insiste, ha vuelto a acorralar a los heroicos paladines de la Cataluña independentista (a los sobrevenidos, no me refiero a Oriol Junqueras). El número dos del Palau de la Música ha pactado con la Fiscalía, y el número uno negocia algo parecido, en el juicio que afronta por el escandaloso saqueo de esta institución barcelonesa.

¿Qué negocia? Decir la verdad del expolio a cambio de que a su hija, directora financiera del Palau, le reduzcan la pena a fin de que no pise la cárcel. ¿Qué verdad? Que ellos utilizaron el dinero del Palau de la Música para sus viajes, comidas y gastillos variados -uno incluyó la boda de su hija, en el propio recinto, cuyos 80.000 euros los pagó el Palau, no sin añadir el detalle, tópicamente catalán, de cobrarle la mitad a su consuegro, como si compartiera gastos con él-, pero que además hicieron de intermediarios durante años para la adjudicación de contratos públicos a empresas que les pagaban mordidas para Convergencia Democrática de Cataluña, el partido de todos ellos. Que el Daniel que figura en el sumario es Daniel Osàcar, tesorero convergente, receptor de las comisiones. Seis millones y medio de euros sólo de la compañía Ferrovial. Con ella se suscribió "un pacto criminal estable", según el fiscal.

En plena diarrea de desafíos apocalípticos dijo Artur Mas en el Ateneu que la Policía puede disolver a quinientas personas, pero no a millones. Esto me recuerda al viejo Bertolt Brecht: en el momento de ir a la guerra muchos no saben que su verdadero enemigo es el que los manda.

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