OBAMA o Romney; ésa es la cuestión. Hoy lo deciden los norteamericanos. Pero su voto afecta a los ciudadanos de todo el mundo. Estados Unidos elige  presidente cada cuatro años, el primer martes después del primer lunes de noviembre. Si me preguntan quién nos conviene a los españoles, mi primer pronto es que nos da igual. Aunque cabría matizar que los presidentes demócratas suelen ser más multilaterales. Incluso tienen algo más de cosmopolitas. El anterior presidente republicano, George Bush hijo, apenas había salido de su país cuando fue elegido, mientras el anterior demócrata, Bill Clinton, hablaba un fluido francés y había deambulado por el Viejo Continente de joven. Así que digamos, por decir algo, que nos conviene más un Obama II que un Romney I. 

De hecho, hace cuatro años todos los dirigentes políticos de este país, de Fraga a Carrillo, de Chaves a Arenas eran partidarios de Obama. ¿Se acuerdan? La memoria es frágil; tanto que les propongo una prueba. Digan en menos de tres segundos el nombre del candidato republicano perdedor hace cuatro años. (…) Sí, aquel héroe de la Guerra del Vietnam, que llevaba a Sarah Palin de candidata a la Vicepresidencia. John McCain ha desaparecido de la memoria colectiva, como el fervor de mucha gente en el mundo por el primer presidente negro. Quizá porque las expectativas eran demasiado grandes. ¡Hasta le regalaron en 2009 el Premio Nobel de la Paz! sin merecerlo entonces ni ahora. Lo cierto es que sus primeros cuatro años en la Casa Blanca han sido algo decepcionantes y que Obama ha resultado algo frío y distante.  

Hay una lógica reciente que invita a pensar en la victoria de Obama. Todos los presidentes americanos desde la II Guerra Mundial que se han presentado a la reelección han conseguido un segundo mandato, menos Carter en 1980 y Bush padre en 1992. No cuentan Truman y Johnson, que no concurrieron, ni Kennedy porque lo mataron, ni Ford que no fue elegido nunca. Por el contrario, repitieron Eisenhower, Nixon, Reagan, Bush y Clinton. Claro que bien mirado son seis que por alguna razón no repitieron y cinco que sí. Es más, si se considera la serie completa, de los 43 presidentes anteriores a Obama, 13 han sido elegidos dos veces y uno (Roosevelt) hasta en cuatro ocasiones. Pero han sido 29 los que sólo han conseguido un mandato. Casi uno a dos.       

Pero la pregunta era quién nos conviene más. El problema para España es que no nos ven. En su debate sobre política exterior Obama y Romney ni siquiera hablaron de Europa. Para que luego quiera alguien crear nuevos estados en un Viejo Continente invisible. Sólo hablaron de España en el debate sobre economía: la citó Romney como un mal ejemplo. Éste es nuestro sino. Nos conviene más que nos ignoren, antes de que nos miren mal.   

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