Cuchillo sin filo

Francisco Correal

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Osuna

El escudo de Osuna tiene un oso más que el de Madrid y su Universidad se creó en 1558

Hace un siglo los periódicos de Osuna tenían que ser un hervidero. El 13 de mayo de 1904 se inauguró oficialmente la plaza de toros de la localidad con un mano a mano entre Antonio Montes y Machaquito. Se construyó con sillares de las canteras de Osuna producto de las trazas de Aníbal González. La plaza tuvo dos centenarios: el oficial tuvo lugar el 15 de mayo de 2004, tarde de toros protagonizada por Jesulín de Ubrique, Manuel Díaz El Cordobés y José María Manzanares. La celebración oficiosa ocurrió diez años después, cuando entre el 16 y el 30 de octubre de 2014 en este coso espectacular se rodaron escenas de la serie Juego de tronos. Vicky, la guía de la Universidad de Osuna, hizo de esclava. Este recinto universitario lo mandó edificar Juan Téllez Girón, duque de Osuna, en 1558, tiempos de Carlos V. Duque y artista, la sala con sus pinturas, actual sala de profesores, recibe el nombre de la Girona. En esa Universidad estudió José María Blanco White. Perdió su función y abrió como instituto el 1 de octubre de 1927, con el impulso de Francisco Rodríguez Marín, prócer local que dirigió la Biblioteca Nacional y está considerado como una de las cumbres del cervantismo. Desde 1995 ha vuelto a ser Universidad, aunque sus 1.400 alumnos ya no son sopistas. La calle San Pedro de Osuna está considerada como una de las tres más bonitas del mundo. Cerró el cine San Pedro, pero no el recuerdo de que en esa calle filmó Zefirelli la vida de Maria Callas.

La ciudad está llena de referencias a Pedro Garfias, el poeta que formó parte del pasaje de exiliados republicanos que llegaron a Veracruz a bordo del Sinaia. Un viaje que noveló Andrés Trapiello e ilustró el dibujante y urólogo Rodolfo Álvarez Santaló. Osuna es un monumento en sí misma. Andújar es el apellido de su alcaldesa y de la centenaria sombrerería. Tiene una peña bética y otra sevillista. Un futbolista local, Francisco López Alfaro, marcó al Platini en la final de la Eurocopa de 1984.

Las calles se llaman como se deberían llamar hace cien años, cuando se editaban periódicos como El Paleto o el Ursaonense. La Colegiata tiene cinco Riberas y su conservación le debe mucho a Manuel Rodríguez Buzón, sobrino del pregonero que salió a hombros del teatro San Fernando. El escudo local tiene un oso más que el de Madrid. Bárbara, la guía de la plaza de toros, es nazarena del Nazareno, cuyos costaleros suben al otero local desde el que se divisan los paisajes que pintó el artista local Rodríguez Jaldón.

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