¿se imaginan las redes sociales inundadas de mensajes aplaudiendo o criticando los presupuestos que acaba de presentar la Junta? Ese dinero que pagamos todos de nuestros bolsillos para que se cumpla con los compromisos asumidos. La pregunta puede chocar en un momento en el que los españoles están volcados en usarlas para defender la unidad de España, pero es precisamente por ese motivo por el que cobra fuerza. El poder de las redes ha quedado demostrado en las últimas semanas, tanto para hacer daño, como vimos el 1-0, siendo utilizadas por los independentistas de la forma más miserable, como para dar la vuelta a ese sentimiento de ira que tarda segundos en viralizarse y que sólo puede ser combatido desde la solidaridad. Ante el desafío secesionista, los españoles se han hecho escuchar, mostrando al mundo las imágenes de unidad de un país que ha salido a la calle para decirles a los catalanes que no están solos. Las redes han cambiado la forma de comunicarnos dándonos la posibilidad de opinar en la toma de decisiones de instituciones y empresas gracias a las nuevas herramientas que ofrecen para la recopilación y analítica de datos.

La semana pasada se conocían las cuentas públicas de la Junta, un asunto que, pese a su importancia, sólo parece despertar el interés de políticos y periodistas. Salvo las ruedas y debates que se repiten cada año, como el día de la Marmota, nada se ha visto en redes, como si el tema no fuera con el ciudadano de a pie, que es el que pone el dinero. La Junta este año lo ha tenido fácil, contentado a Jerez con unas migajas de los casi 133 millones de euros que se invertirán en la provincia de la ITI, unos fondos de la UE cuyo objetivo es ayudar a la ciudad a salir del pozo. Me niego a creer que al jerezano le importe poco el destino de su dinero. Prefiero pensar que algo falla en la comunicación. Es hora de que los políticos aprendan a utilizar las redes para saber qué quieren los ciudadanos en lugar de convertirlas en su álbum de fotos. Prueben también a hablar del dinero de los jerezanos en lugar de presupuestos y seguro que el año que viene se harán virales.

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