RELACIONES HUMANAS

Manuel / Fernández / García-Figueras

Reflexión y acción

ENTRE los cientos de mensajes informáticos que constantemente circulan por las redes sociales, llegan algunos que merece la pena leer y, sobre todo, que nos gustaría poner en práctica lo que tratan de transmitirnos. Hace unos días nos llegó un e-mail con el título de éste comentario que hablaba de la diferencia entre países ricos y pobres y daba explicaciones sobre cómo algunos países que tenían motivos para ser pobres han conseguido llegar a pertenecer al grupo de los ricos. Decía muchas cosas interesantes, entre ellas hacía hincapié en la importancia del nivel de conciencia del pueblo, de su espíritu y afirmaba que la evolución de la conciencia debe constituirse en el objetivo mayor a todos los niveles.

Añadía que la educación y la cultura deben plasmar conciencias colectivas estructuradas en los valores eternos de la sociedad: moralidad, espiritualidad y ética. Continuaba diciendo que es fundamental conformar la conciencia de las personas y para ello la clave es la prevalencia del espíritu sobre la materia y recomendaba adoptar los siguientes principios de vida: La ética como principio básico; La integridad; La responsabilidad; El respeto a las leyes y reglamentos; El respeto por el derecho de los demás; El amor al trabajo; El deseo de superación; La puntualidad.

Terminaba diciendo que ver algo errado no debe generar indiferencia, es necesario cambiarlo y rectificarlo. Sólo así alcanzaremos la excelencia.

Estaremos todos de acuerdo en que es un mensaje de los buenos, de los que de verdad cabe añadir lo de "pásalo".

Y así lo hacemos.

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