EN octubre de 2007 ya dejamos definido el término Sherryzanía como todo lo que redunda en defensa y engrandecimiento del sherry. Por aquellas fechas habían surgido discusiones y diferencias en el seno del Consejo Regulador con motivo del nuevo Reglamento y muy especialmente por la prohibición de criar fino en Sanlúcar. El asunto está todavía en manos de las Autoridades competentes.

Desde entonces ha aparecido una nueva turbulencia entre los bodegueros acogidos a la Denominación de Origen, centrada en el acuerdo relativo al cupo de ventas para las campañas de 2006 a 2010 limitado a un porcentaje establecido en función a las ventas de los últimos cinco años. Como consecuencia de una denuncia presentada por la organización agraria COAG, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha abierto expediente sancionador al Consejo Regulador por posibles prácticas que perturban y dañan la libre competencia. Este expediente ha destapado las opiniones e informaciones en el sector y se ha llegado a decir y a escribir que son muchas las bodegas que apoyan la denuncia ante la CNC por considerar que el nuevo sistema de cupo es una condición discriminatoria.

Al igual que sucedió en el caso del vino fino y Sanlúcar, ésto del cupo fue una decisión mayoritaria del pleno del Consejo Regulador. Por consiguiente no se discute su legalidad reglamentaria sino las consecuencias negativas que el nuevo modelo de cupo puede representar para muchos bodegueros.

Dijimos en octubre de 2007 que nos hubiese parecido más apropiado que éste tipo de acuerdos y decisiones fuera siempre por unanimidad de todas las partes que conforman el Consejo Regulador. Pues bien, esta misma recomendación vuelve a ser válida para el tema del cupo ya que el consenso general aporta una impagable tranquilidad y una necesaria paz en el seno de la institución que adopta así las decisiones importantes.

Por todo lo dicho nos han parecido una noticia plausible, optimista y alentadora las declaraciones del Consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía (de cuya autoridad depende el Consejo Regulador) abogando por un mayor consenso entre las bodegas, viñistas, etc. Sin hacer un anuncio oficial el Consejero ha manifestado que antes de abril se tendrá un acuerdo -"espero que por unanimidad", dijo- para que todo vuelva a sus cauces correspondientes y encontrar así lo que más conviene y es más justo hacer.

Ojalá sea así. Nos alegramos como jerezanos y como entusiastas de la sherryzanía.