Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Solemnizar lo absurdo

LA política local jerezana se ha convertido en una suerte de bucle en el que todo gira y gira cada día para volver al final al mismo sitio. Sólo horas después de recibir el mayor varapalo desde su llegada a la Alcaldía hace ya año y medio, el rechazo a las ordenanzas fiscales para 2017 el pasado lunes, Mamen Sánchez presentaba 'Jerez 2022'. No, no se asusten, que no se trata de una reedición de los Juegos Ecuestres veinte años después, sino de una recopilación de 'grandes éxitos' como hacen los grupos musicales; en este caso, reunir todas las inversiones previstas por ayudas de otras administraciones públicas y fondos europeos, sumarlas y abrir un debate sobre qué hacer con ese dinero, aunque buena parte del mismo tenga un destino finalista de antemano. Es, al más puro estilo Rajoy, solemnizar lo obvio. Como ya dijo el delegado de Economía con la Edusi, se trata de unos fondos que hay que gestionar "desde la transparencia y la responsabilidad". Cualquiera sabe dónde estaremos todos en 2022 o dónde estará Jerez para entonces, pero hablar de ello ahora, más allá de las ficciones orwelianas, es un ejercicio de mirada al futuro más insospechado e insondable desde el presente más desconcertante. La estrategia de la alcaldesa, emulando el tono tancrediano del que haría gala (de nuevo) el mejor Rajoy, es hacer como si aquí no pasase nada. Y es que sus 'socios no socios' se lo ponen fácil. Detrás de sus rabietas y puestas en escena juveniles se esconden contradicciones y hasta luchas internas. Horas después de votar en contra de las nuevas ordenanzas fiscales, desde IU (dos concejales, no olvidemos) se 'invita' a Ganemos y al PSOE a buscar un "gobierno alternativo" haciendo dimitir al actual. La alcaldesa interpreta este gesto como "un cambio de actitud bueno e importante". Y Ganemos, después de pedir por activa y pasiva la dimisión de Mamen Sánchez (apenas treinta personas en una asamblea), mantiene ahora un debate acerca de si entra o no en el gobierno municipal, del que no va a salir la actual alcaldesa como ya ha repetido hasta el PSOE regional a pesar del follón en el que anda metido a nivel estatal o quién sabe si precisamente por eso. Esto se parece cada vez más a una especie de dúo Pimpinela pero con tres actores.

El caso es que, al final, tanto follón para muy poco. El gobierno de Sánchez está bloqueado, vetado, arrinconado, desgastado, hasta desahuciado, sí, pero ahí va a seguir y los rodeos y circunloquios que dan desde IU y Ganemos no hacen sino reforzarlo. El sudoku jerezano da pie a poco más que a espectáculos y numeritos de vez en cuando. Si no fuese porque en ocasiones esta situación política lleva aparejados episodios de violencia desagradables cometidos por los de siempre, estaríamos ante una representación teatral cercana al sainete. Sin acuerdos, sin ordenanzas, sin presupuestos, la ciudad funcionará con el piloto automático al menos hasta que haya nuevas elecciones. Y visto lo visto hasta ahora, más que saber hasta dónde aguantará el PSOE, la cuestión política parece ser hasta dónde aguantarán IU y Ganemos. La otra cuestión, la importante de verdad, es hasta dónde podrá aguantar este absurdo guión la ciudad.

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