Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Tierra de scouts

El MSC lleva medio siglo formando en valores a miles de niños, jóvenes y adultos en la Diócesis de Jerez

Pocas asociaciones, organizaciones o movimientos pueden presumir de tener entre sus miembros la fidelidad, la pluralidad y la vocación de servicio de los scouts. Y pocas provincias españolas cuentan con un seguimiento como la de Cádiz, donde la Diócesis de Asidonia-Jerez, a través del Movimiento Scout Católico (MSC), lleva medio siglo reuniendo a niños, jóvenes y adultos en torno al escultismo que fundó hace 110 años Lord Baden-Powell en Inglaterra. Hay diferentes organizaciones scouts, pero es el MSC quien ha tenido y tiene mayor protagonismo en esta tierra desde hace 50 años y ahora ha comenzado a celebrar esta efeméride con un amplio programa de actos. No es para menos. Miles de personas han pasado desde entonces por las diferentes ramas del escultismo y, lo que es más importante, han realizado una Promesa Scout que es, debería ser, para toda la vida.

En unos tiempos en los que el compromiso es un valor poco extentido en todos los ámbitos y cada vez más difícil de encontrar, el espíritu del escultismo es muy necesario. Y el hecho de que exista lista de espera en muchos grupos para la entrada de nuevos scouts es un motivo para la esperanza. Porque han cambiado mucho las circunstancias desde hace cincuenta años. Los grupos scouts tampoco son los mismos. Ahora existe una mayor formación de los responsables y una mayor exigencia. También se ha adelantado la edad en la que los niños pueden incorporarse a un movimiento que, a pesar de su antigüedad y valga la redundancia, está en constante transformación, como tiene que ser.

Jerez y su entorno, debemos sentirnos orgullosos, es tierra abonada para los scouts. Seguro que todos conocemos o tenemos a alguien cercano, familiares o amigos, que son o han sido scouts. Y si no es así, lo serán pronto. La ciudad hace tiempo que reconoció esta idiosincrasia y esta labor y les rindió homenaje con la creación de llamado Parque Scout o Jardines del Movimiento Scout Católico, entre José Cádiz Salvatierra y La Constancia. Una zona urbana verde pequeña en comparación con las que han pisado en campamentos y acampadas tantos y tantos scouts a lo largo de estos años, cuando aún no se había oído hablar de ecologismo. Momentos que permanecen vivos en la memoria de muchas personas anónimas o conocidas que han lucido a lo largo de sus vidas las pañoletas en el cuello y que a buen seguro nunca han dejado de sentirse partícipes de un objetivo común que en ocasiones va de padres a hijos, de abuelos a nietos. Nos sorprendería hoy saber cuántos scouts están en el mundo de la empresa, la política, el deporte, el arte y muchos otros.

Vaya desde aquí, como scout, el agradecimiento a quienes durante este tiempo han mantenido viva la llama, como en fuegos de campamento y velas de armas, del escultismo en nuestra tierra, con especial mención a personas que ya no están como don Carlos González García-Mier, cura Carlos, gran valedor e impulsor del MSC.

Felicidades y a por muchos cumpleaños más. Porque este mundo necesita scouts.

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