HABLANDO EN EL DESIERTO

Francisco Bejarano

Tolerancia de conveniencia

Tanto consentimiento y tanta tolerancia con el pacifismo político de los objetores de conciencia e insumisos, hasta en la defensa natural de los suyos, para que ahora nos vengan con que sólo se pueden esgrimir escrúpulos de conciencia en aquellos asuntos considerados de izquierda por inercia o pereza mental, manquedad propicia para el adoctrinamiento y de las carencias más graves para el desarrollo intelectual. Los gobiernos laicistas no deberían meterse en legislar sobre la conciencia, que es como hacer leyes civiles para el alma. Comprendo que el espíritu de las personas, sus creencias y convicciones sean un escollo para los partidos con vocación totalitaria, como la facción del socialismo que gobierna ahora en España, pero vivimos en una zona del mundo donde la libertad de elegir, si se tiene, es un gran valor defendido por las corrientes modernas del pensamiento liberal.

¿Qué es eso de que un médico no puede negarse a practicarle un aborto a una menor sin permiso de los padres, y aun con el permiso? ¿Quién ha dicho que la Iglesia no puede oponerse a una ley que vaya contra su doctrina y la conciencia de sus fieles? No estamos en el destruido, socialmente, Irán, ni en la URSS de 1950, ni en el Berlín de 1937, ni siquiera en la Venezuela bolivariana, que terminará en guerra civil, catártica y terapéutica, o en otra guerra provocada por su presidente para justificar el régimen y despertar el patriotismo elemental de sus compatriotas. España no es así ni le hace falta. Es una nación antigua de civilización cristiana y de tradiciones culturales y religiosas que comparten creyentes, agnósticos y ateos, y no debemos inmiscuirnos en las conciencias ajenas, patrimonio del alma, porque el alma sólo es del Dios calderoniano. Ahora bien, manteniendo en la ignorancia a la población se manipula bastante.

¿Es cierto que se está elaborando una ley para impedir la desobediencia a las leyes contrarias a nuestra conciencia? Me resisto a creerlo. Sería crear una moral a la fuerza y volver a una época anterior a la de la Ilustración. Si es verdad, habrá que prepararse para vivir un pasado superado por la modernidad. Los islamistas del mundo han logrado con las dictaduras clericales encerrarse en sí mismos para que se detenga el tiempo. Se ríen de los derechos humanos y la conciencia y la vida valen poco para los exaltados; pero para nosotros, que venimos del humanismo grecorromano y cristiano, la conciencia y la vida son derechos divinos más que humanos. El ministro del ramo, al que cito de memoria, cree que no se puede alegar la conciencia individual para desobedecer ciertas leyes, porque no se estará ejerciendo un derecho fundamental sino cometiendo una ilegalidad desde el fundamentalismo. ¿Quién le ha dicho a usted eso? ¿Por medio de qué prodigios habrán recibido nuestros gobernantes la nueva Revelación?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios