SÓLO cabe alabar los esfuerzos oficiales por potenciar el sector turístico en Andalucía, como una de las claves del presente y futuro económico de la región. En Madrid se está celebrando una nueva edición de Fitur, en la que, por la coyuntura, parece que una buena parte de los esfuerzos se están dedicando a convencer a todos los implicados de que la cosa no está tan mal, como si hablar de la crisis trajera mala suerte. Y probablemente es verdad que la situación es razonablemente buena. Pero otras voces están pidiendo también que la estrategia se redefina, y sugieren que a lo mejor no convendría gastar tanto en una cita anual que no da los efectos proporcionales a la inversión. Todas las opiniones deben ser escuchadas.