Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

80 años

La Transición fue reforma y no ruptura porque no hubo una masa social para lograr la ruptura

El rey Juan Carlos cumple 80 años, cuarenta desde la aprobación de la Constitución de 1978 y tres y medio desde que abdicó. Este retiro nos permite hacer un balance de su trayectoria aún en vida, lo que ya en sí es una anomalía en el sentido de que es excepcional, desde Carlos I no se producía una abdicación así, consentida y meditada, una abdicación que fue política, que ha permitido a la institución una muda de piel y que ha salido, de momento, bastante bien. De la ausencia de don Juan Carlos en el acto de conmemoración del 40 aniversario de las elecciones de 1977, celebrado en el Congreso, se deriva este año de homenajes al Rey emérito y a doña Sofía. Digamos que es ahora cuando se lo pueden permitir, Felipe VI se ha hecho rey con su intervención ante la revuelta institucional catalana. No hay tutela ni sombra de tutelaje.

Habrá años para valorar la intervención del Rey en octubre pasado, pero apuntaremos que fue el primero en dejar claro que el Estado respondería a la deslealtad, y que lo hizo unos pocos días después de que el Gobierno fracasase al intentar impedir el referéndum del 1 de octubre. Su trabajo no ha terminado, esa prueba bautismal va a durar aún unos meses, sino uno o dos años. No más.

Su padre fue el patrón de la Transición. Patrón porque es como le llaman sus hijos, y de la Transición porque, en efecto, fue uno de los actores principales. Quienes han venido cuestionando la Transición desde la nueva izquierda vienen a defender que el proceso fue un apaño de jóvenes dirigentes del franquismo que se pusieron de acuerdo con los dirigentes de la izquierda. ¿Por qué no hubo ruptura con la legalidad franquista y sí una reforma? Se lo diré, no es que se hiciera lo que se pudo; eso es cierto, pero no la razón, fue reforma porque no hubo masa social para la ruptura.

La mayor parte de las manifestaciones tras la muerte de Franco, las grandes movilizaciones y revueltas tuvieron un motivo económico, muy ligado a la política, sí, pero una vez conseguida una redistribución de rentas similar a la del Reino Unido en apenas cinco años, la conflictividad bajó. Ese fenómeno dejó una inflación superior al 40% en algunos meses, un conjunto de desajustes que arreglaron los Pactos de La Moncloa.

El régimen del 78 no fue una imposición ni el mal menor, fue el fruto de un consenso social que se fue elaborando poco a poco, día a día sin saber qué ocurriría al siguiente. Con claros y muchos oscuros, como la trayectoria del rey Juan Carlos, pero con un balance no sólo positivo, sino brillante.

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