La pilona de la calle Tornería ha dado en más de una ocasión quebraderos de cabeza a los conductores. La noche del domingo hubo problemas con ella, tanto es así que quedó vertido parte de líquido a su alrededor. Los bomberos tuvieron que intervenir y echar arena para que no hubiera percance alguno a la hora de circular. Ayer, como se ve en la foto de VANESA LOBO, se transitó con toda normalidad.

Hace mucho tiempo que siento una gran admiración por Oliviero Toscani. Para los que no lo conozcan, él fue el creador de esas magníficas fotografías para la firma Benetton que, a principios de los años noventa - se me hace difícil escribir del siglo pasado - impactaron a todo el mundo. El creador italiano rompió con la ramplona manera de ofertar productos y dio una imagen distinta, bella e inquietante, a la par que tremendamente provocadora. Además él realizó una famosa exposición que dio la vuelta al mundo donde se ofrecía impresionantes primeros planos de pubis femeninos. Algo que después fue copiado hasta la saciedad por pobres artistas - algunos ilustres de nuestra zona - que creyeron descubrir las Américas. Toscani era sin duda unos de los grandes y precisamente para hacer verdad eso que dicen que hasta los más grandes meten la pata, el italiano el otro día la metió hasta muy dentro - y no tengan esto último en cuenta después de leer lo que sigue -. Resulta que para recoger fondos para no sé que ONG con motivo de estas fiestas tan entrañables o algo así, se convocó a importantes artistas y personajes conocidos para que hicieran una frase y después reproducirla en unas camisetas. Pues bien, la del fotógrafo era: "En Navidad, follamos". ¡Qué bonito! Digo esto no por la palabreja, ni por la Navidad, que a mí, como ustedes comprenderán, las dos cosas me traen al fresco - nunca mejor dicho -. Lo digo porque, si sólo en las fechas tan señaladas es el tiempo de lo otro, muy mal andamos. Menos mal que es sólo cosas de artistas y dicen que son poco de fiar.