CON MALA UVAla columna

José Rodríguez Carrión

La bota de los turbiosLa felicidad engorda

Tras la celebración del partido amistoso entre la selección andaluza y Zambia, que tuvo lugar este jueves en Jerez, ayer se pudo ver de nuevo a los jugadores de la formación africana entrenando en Chapín. Parece que pese a la goleada, ya que sólo lograron un tanto frente a los cuatro de los andaluces, le han cogido cariño a la ciudad. La foto es de JUAN CARLOS TORO.

U f, vaya tela como aprietan los pantalones. A estas alturas de zambombas, comidas familiares y encuentros con los compis de la empresa, uno ya no sabe si es que la ropa ha encogido de la humedad o es que algo dentro de ella va creciendo en forma de barriguita cervecera. Menos mal que la gente de Jerez suele ser buena persona y a todos les da pudor decirte que estás más gordo. Se buscan frases como "te veo más repuestito"ý ¿de qué, joé? No sabía yo que estuviese enfermo. Otros más simpáticos te manosean la barriga, te miran sonriendo y te preguntan si no estás mal delgado que la última vez que te vieron, que si estás haciendo algo para mantener la líneaý, y uno piensa si acordarse de su padre adelgaza. ¿Es que se piensan que no nos damos cuenta al aflojarnos la correa, al encoger el estómago para que nos quepa el pantalón o al mirarnos de soslayo en el espejo?

En fin, menos mal que ya queda poco para el roscón de Reyes y solo queda por pasar la noche de Fin de Año, el almuerzo de Año Nuevo y dos o tres ajos con los colegas. Eso sí, el día 8 estamos en el gimnasio a partirnos las abdominales, que hay que conseguir que lo que ahora cuelga por fuera vuelva a ir por dentro del cinturón. Ah, y que sepan que no estamos enfermitos, que la barriguita es del oloroso viejo, del pedro ximénez de los postres, del ajo caliente acompañado de papas aliñás y buenas chuletitas, de los turrones y mazapanes de Soler, de los dulces de las monjas de la calle Barja y sobre todoý de la felicidad que da el que la gente que te quiere y a la que quieres te llame para desearte lo mejor, de que tus amigos te paren en la calle para darte un beso y de que tu familia esté siempre ahí para empezar un nuevo año y afrontarlo unidos.

Ojalá que el 2008 sea un buen año para Jerez y todos los jerezanos. Ojalá todos engordemos en este año. Que sí, que mi amigo y yo no estamos gordos sólo de no porfiar, sino de comer, beber y desde luego, porqueý ¡la felicidad engorda!

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