CON MALA UVAEL ORO Y EL MORO

Antonio / Heredia

La bota de los turbiosRubalcaba

Bilbao se llena de flamenco jerezano

Operarios municipales procedieron ayer a podar los numerosos naranjos que pueblan la calle Honda al objeto de que sus ramas no impidan el normal y adecuado desfile de las distintas hermandades y cofradías que tienen esa vía en su itinerario. Ayer, sin ir más lejos fue Amor y Sacrificio una de las que discurrió por la calle. En la imagen de PASCUAL, una religiosa recoge azahar del árbol recién podado.

'Club Cocodrilo' llega a lo más alto

Fruto de las novelerías de Julio Verne, nadie sabe las coordenadas de su escondrijo ni el color de la cubierta de su barco. Por si acaso, por si no se produjeran avistamientos, González Cabaña se ha apresurado a decir que Pérez Rubalcaba "existe", que vigila con denuedo estas costas rojas del socialismo desde su Nautilus. Habrá que creer al presidente de Diputación con su cara de aleluya, aunque le pierda tanto el misticismo partidista como la literatura y las sardinas de chiringuito.Por mucho que el submarino de este congresista le guiñe el ojo al faro de Trafalgar, en la pleamar de su despacho se ponen en vinagre otros boquerones ajenos a la provincia. Habituado a las levanteras que se desatan sobre el banco azul del hemiciclo y a no dormirse como camarón ante la corriente de la opinión pública, Rubalcaba ha vuelto por donde solía. Al presentarse por Cádiz, este ministro se había deslocalizado como Delphi, pero con el acta en la mano ha encontrado su geografía. Desaparecido de estos pagos, a la diputada Mamen Sánchez le deja el recuento sempiterno de los policías que faltan, a ver si cuadra; a otros de la partida, el encargo de que, para la próxima gira, envíen el mapa de carreteras con detalles sobre una buena venta.

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