JOSE Blas Vega ha razonado el devenir de la mayoría de cafés cantantes con el siguiente comentario: "Existieron durantes los años comprendidos entre 1847 y 1920. Surgieron en razón lógica de unos hechos naturales. Por una lado el auge que toman en toda Europa los cafés con espectáculos musicales, no solo como entretenimiento sino también como inquietud artístico-cultural. Por otro, la necesidad de canalizar la expansión cada vez más pujante del costumbrismo andaluz. A lo largo de esos sesenta años de historia de los cafés cantantes, podemos decir que en su seno ocurrió de todo."

Y Jerez de la Frontera, ciudad pujante por sus bodegas y extrovertida por el carácter de sus habitantes, no podía quedar al margen de la moda, mucho menos teniendo la cercanía de Sevilla, donde los primeros cafés cantantes fueron verdaderamente históricos, especialmente en cuanto a la difusión del arte flamenco. Ahora, Juan de la Plata amplía su abundante bibliografía sobre temas históricos jerezanos, publicando, con el patrocinio de este periódico y el marchamo editorial de la Cátedra de Flamencología, el estudio "Los cafés cantantes de Jerez", que viene a completar cuanto ha escrito acerca del género con relación a nuestra tierra. Una labor digna de encomio, que esperamos le sea reconocida oficialmente como merece.

"Los cafés cantantes de Jerez", al margen de dar noticia de los cafés cantantes jerezanos, constituye una indagación que aporta detalles interesantes de la intrahistoria de Jerez, en lo correspondiente a dos siglos. Juan de la Plata, en su investigación ha encontrado y trascrito documentos que pormenorizan la trayectoria de establecimientos tan clásicos como La Vega Antigua, reflejando un periplo histórico a través de su reformas y cambios de dirección.

O sea, que además de cumplir su propósito de compilar la historia de los cafés cantantes jerezanos, en los que, al igual que la mayoría de otras localidades, el flamenco se mezclaba con otras músicas, Juan de la Plata, en este libro pone una vez más de manifiesto su conocimiento del ayer jerezano, desde su labor periodística a su ya extensa bibliografía.

En las páginas de "Los cafés cantantes de Jerez" hallamos noticias de aquellos que se llamaron de la Paz, Imperial, de la Plaza Arenal, El Colmado, La Moderna, de Madrid, del Conde, de la Veracruz, de Caviedes, la Primera de Jerez, La Vega Antigua, de Fornos y muchos otros, para finalizar con referencias a ventas y tablaos posteriores y actuales. En definitiva, un trabajo admirable, en el que nuevamente Juan de la Plata nos da cuenta y razón del Jerez de antaño, mediante sus aconteces y su idiosincrasia.