Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Las dos caras políticas de la ciudad

La confusión en el PSOE, en el Ayuntamiento y con sus 'socios', contrasta con la tranquilidad en el PP local

Para poder seguir el galimatías en el que se ha convertido la vida política municipal en Jerez habría que tener una guía o, al menos, una especie de resumen de los capítulos anteriores como hacen al comienzo de algunas series de televisión. Con más frentes abiertos que el general Custer, al gobierno de Mamen Sánchez le crecen los enanos en el que se podría decir es el momento más tranquilo que va a tener en estos cuatro años, pues cuando se ponga en marcha el contador de los dos últimos empezarán a llegar las curvas de verdad y las flechas procederán de todas partes. Contribuye a este clima general de confusión (y al desarrollo del culebrón barato que sufre Jerez) la posición del grupo de Ganemos, capaz de cualquier cosa como corresponde a una formación insondable, que quiere hacer ver que busca un tripartito con PSOE e IU pero que donde realmente se mueve bien es desde la ingobernabilidad. Esta semana hemos vivido otro numerito más propio de los delegados de un instituto que de un partido serio. Y los que nos quedan. Mientras, en Izquierda Unida, donde están deseando tocar poder, ya no saben qué hacer para entrar en el gobierno. Sus últimas propuestas, hay que decirlo, son de las más razonables que se han escuchado en mucho tiempo, hablando de problemas que afectan a los ciudadanos y a los sectores económicos que mueven Jerez. Pero a IU le está penalizando ir dentro del 'paquete' con Ganemos de cara a ese tripartito que para algunos no es más que una maniobra de distracción.

A la alcaldesa se le planteará no muy tarde el debate interno del partido y mientras pierde el tiempo con los 'socios no socios', ha de lidiar con los eternos problemas laborales del Ayuntamiento y con nuevos ajustes ante una Hacienda en manos de Montoro. No ha sido capaz de acabar, como sus antecesoras, con las luchas intestinas entre los altos funcionarios que a veces da la sensación son los que realmente gobiernan en Jerez desde hace años. Ahora cesa al responsable jurídico y le dimite el jefe de la Policía Local. Detalles que abonan esa imagen de descontrol que se aprecia desde fuera.

Y el PP, a lo suyo. Realmente no tiene que hacer la oposición a Sánchez. Ya la hacen otros por él. Ahora se queda sin uno de sus mayores valores en alza en el Ayuntamiento, Agustín Muñoz, que sustituye al jerezano Javier de Torre al frente de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. Un premio y una responsabilidad para Muñoz, persona de confianza de Antonio Sanz, que ha venido desarrollando una labor callada tanto a nivel orgánico como público en su etapa de gobierno en Jerez. Y una clara apuesta por un perfil dialogante y a la vez discreto, en sintonía con la nueva etapa que el PP ha emprendido a nivel nacional en tiempos de gobiernos sin mayorías absolutas. Queda claro, además, el peso que sigue teniendo Jerez en este partido, algo que sin duda se notará en la próxima campaña municipal.

Se va acabando 2016 y el sonido alegre de las zambombas no parece ser suficiente para aplacar el ruido de sables que predomina en la confusa y compleja política jerezana.

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