Lidia Arjona Aguilar / Gabinetegf@gmail.com

La poca confianza genera falta de habilidades para decir "no"

El consumo de alcohol afecta cada vez más a la población juvenil. La edad media de inicio de la ingesta de alcohol se sitúa en torno a los 14 años. Y suele consumirse de una manera compulsiva los fines de semana. A esto hay que sumarle el consumo de otras drogas como el tabaco o psicoestimulantes. Las consecuencias físicas y psíquicas derivadas del consumo de estas drogas son drásticas. Además del deterioro físico se producen alteraciones de conducta, déficits de atención o agresividad. La agresividad tras ingerir alcohol a veces es paralela a diferentes trastornos de la personalidad, que suelen matizarse cuando la persona está sobria, pero que bajo los efectos del alcohol afloran llegando incluso a convertirse en detonantes de homicidio y suicidio. Asimismo el consumo de drogas se convierte en un desencadenante de accidentes de tráfico.

Los adolescentes salen a divertirse y han aprendido a hacerlo recurriendo al alcohol. Piensan que su ingesta tiene una serie de beneficios, ya que les permite desinhibirse y relacionarse con su grupo, mantenerlo unido, porque no existe otro tipo de lazos. Beber se ha convertido en sinónimo de "salir".

Gran parte de las conductas de consumo se deben a la ausencia de valores. Ahora parece que "todo vale", "hay que probar". La poca confianza genera falta de habilidades para decir "no" y las pautas culturales invitan a probar. En España el consumo de drogas como el alcohol o el tabaco está tolerado. La Ley es a día de hoy más intransigente, pero aún es posible respirar humo y las instituciones permiten el acondicionamiento de zonas (botellódromo) para el consumo de la droga más consumida por los adolescentes, el alcohol.

Realmente la situación asusta. El ejemplo es la mejor enseñanza y debemos entre todos, ya sea desde el entorno familiar como desde la escuela , los medios de comunicación y la sociedad en general ofrecer alternativas y recursos para que los adolescentes y jóvenes se sientan a gusto consigo mismos y puedan desarrollarse plenamente.

Desde el entorno familiar debemos inculcar la idea de que no necesitamos tomar nada para sentirnos bien y divertirnos. Los padres deben transmitir a sus hijos/as respeto, cariño y confianza para fortalecer su autoestima. Y estar siempre abiertos al diálogo.

Para cualquier consulta al Gabinete Pedagógico Global For mación, pueden llamar al 956 08 52 79.

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