QUE la cuestión económica está mal, muy mal, lo sabemos por tres razones: primero por el propio bolsillo, después, porque los políticos nos lo repiten hasta la saciedad y finalmente, porque "El Peri" se encarga de recordárnoslo con acierto en sus divertidos chistes diarios. Es lo que nos ha tocado vivir en este 2008 y que se alargará bastantes meses más, puesto en evidencia por la realidad de las cifras económicas de paro, crecimiento de nuestro PIB, crecimiento de la deuda externa, falta de productividad, insuficiente bajada del IPC, aumento del déficit, y un largo etcétera con el que nos abruman día a día.

En este mal momento en el que nos encontramos, el Gobierno tiene presentados en el Congreso los Presupuestos del Estado para el año que viene. Los criterios políticos de cada gobierno marcan las pautas de estos Presupuestos y no seré yo quien se posicione a favor o en contra de estos criterios. Los socialistas buscan desesperadamente quien les apoye para aprobarlos, ya que vascos y catalanes parecen oponerse a las cuentas presentadas por Solbes. Así las cosas, y después de leer abundantes textos sobre este asunto, se me ocurre que están presentados sin que la clase dirigente se tenga que apretar el bolsillo, como lo están haciendo el resto y común de los ciudadanos. Quiero decir que los que mandan no parecen dispuestos a que esto de la crisis les llegue a sus economías y pierdan capacidad adquisitiva. Y creo que eso no es buen síntoma. El sentido de la ejemplaridad parece no existir en quienes nos mandan y te quedas un poco perplejo, porque si la Administración no se aplica los criterios que nos exigen a los demás, ¿por qué hemos de seguir en la idea de que nos tenemos que apretar el cinturón? Veamos sólo algunos detalles:

Nos dicen los Presupuestos que hay previstos nuevos altos cargos -de directores generales para arriba- en un 4 %, lo que supondría que de los 528 altos cargos o de confianza que hay en la actualidad, se pasaría a 547 el año que viene. ¿De verdad se necesitan tantos cargos de confianza?

Nos dicen los presupuestos mencionados que se van a congelar los sueldos de los altos cargos, incluidos los del Presidente del Gobierno. Pero cuando se lee la letra pequeña, aparece una pequeña mentira, ya que se permitirá el aumento de productividad y antigüedad para los altos cargos que procedan de la Administración, o sea para los que ya eran funcionarios. O sea a ZP no le van a subir el sueldo, pero por ejemplo a Solbes o a otros que proceden del funcionariado, se aplicarán un buen pellizco. Y ya que hablamos de funcionarios, ¿es de recibo que se contemple un aumento de sueldo del 3,8 % para los cerca de tres millones de funcionarios que hay en España, cuando además son los únicos cuyos puestos de trabajo está asegurados y no irán nunca a las listas del paro? ¿Y que los gastos de personal del Estado aumenten más de un cinco por ciento? Sólo con este dinero se pagaría a los próximos 600.000 parados.

Y ya por ir hasta la cima del Estado y con todo el respeto que como ciudadano mantengo hacia la figura de S.M. El Rey, ¿es de recibo que los presupuestos contemplen un aumento del 2,9 por ciento de los gastos de la Casa Real, cuando ya tiene asignados nueve millones de euros, o sea mil quinientos millones de las antiguas pesetas?

¿No debería alguien empezar a dar ejemplo?