Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

El fútbol, en una burbuja obscena

La desorbitada cantidad que el PSG pagó por Neymar es de un efecto dominó catastrófico

Mercado enloquecido el del fútbol desde hace años, pero que en este verano ha alcanzado unos niveles que entran de lleno en la locura. Si ya estaba desorbitado desde tiempo ha, el fichaje de Neymar por el París Saint Germain lo ha disparado hasta lo disparatado. Y, claro, todo esto acarrea un efecto dominó que hace que alcance cotas que entran de lleno en lo inadmisible, como de una obscenidad a la que habrá de ponérsele coto.

No tiene sentido que el fútbol esté creando una burbuja que puede estallar cualquier día para llevarse por delante un modelo movido por majaretas. Paralelamente a estas cifras, multiplicadas por el mero hecho de que todos saben que el Barça cuenta con una pasta enorme, la sensación de que con tanto fair play financiero que no se respeta y ese límite salarial que Tebas mira con lupa, esto ha entrado en una dinámica por la que los ricos serán más ricos y los pobres más tiesos.

En la misma competición pelean equipos con arsenal muy dispar. Tenemos el ejemplo cercano del Betis, al que LaLiga no le permite reforzarse más como no sea capaz de lanzar pesos muertos por la borda. Y no es tan fácil eso de quitarse rémoras de encima, por lo que los refuerzos considerados necesarios tampoco resultan fáciles de adquirir. O sea, que si el que no necesita refuerzos sí puede reforzarse y en cambio los débiles no pueden fortalecerse, a ver qué competición resulta.

Y volviendo al tornado que provocaron los 220 millones de petroeuros por Neymar, la cuenta atrás hacia ese 31 de agosto en que se cierra el mercado veraniego se antoja enloquecidamente apasionante. También ha hecho que los líderes del ranking ya estén exigiendo una soldada mejor que la muy obscena que perciben. Dicen que Cristiano, tan laureado, no quiere a nadie por delante y Messi tarda en firmar su renovación. Esto es una burbuja que como estalle va a verse un ejemplar.

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