TRIBUNA LIBRE

Gabriel Navarro

Las monarquías, su coste y el demócrata Chávez

EN el ambiente comunista ha empezado, como todo lo que es en Izquierda, la pura anarquía. A ella corresponden los artículos de prensa que nos dicen: Valderas acusa a Llamazares de ir contra IU-CA "por venganza". Alcaraz señala ya a Llamazares como único culpable del resultado electoral. Caballero se van con Llamazares y plantará batalla a Valderas en IU. Llamazares transmitirá al presidente "sensación de insatisfacción que el nota en la ciudadanía por la política que su alianza con Zapatero ha ocasionado".

Desde el cuatro de noviembre del 2.007 estamos esperando los resultados del referéndum de Venezuela, que dudo que los lleguemos a conocer, de este exquisito demócrata que es Chávez.

Pues bien, todos los partidos comunistas están perfectamente organizados, lo que no es difícil siendo tan pocos, pero es que su extraordinaria actividad no se corresponde en el beneficio que produce en la sociedad porque todos más o menos sabemos lo que quieren y a quiénes se venden.

Han tenido la desfachatez de decir del Rey que no tiene autoridad para mandar a callar a un cargo electo que ha sido ya elegido en tres ocasiones por su pueblo y que solo defendía a los suyos.

En mi artículo '¿Por qué no te callas?', del domingo 16 de diciembre, explicaba detalladamente una relación, que en realidad es inagotable, de las grandes figuras de la historia que no lo han sido por elección: Julio César, Aníbal, Hugo Capeto y tantos otros. Todas las grandes figuras del medioevo y de la edad moderna y muchos que en el comunismo mandaron no han sido elegidos.

A los tuyos, con razón o sin ella, más aún tratándose del Rey de España del que conocemos su actitud y dedicación al mundo hispano americano.

El Rey que fue recibido en México por una inmensa multitud con la canción 'Pero sigo siendo el Rey' y no dudó durante su estancia en recibir a la viuda de D. Manuel Azaña y decirle: señora, su marido y usted misma forman parte como yo de la historia de España. Sin embargo, a mí me emocionó el saludo del presidente de Costa Rica cuando al poner los pies fuera del avión, dijo al Rey: Majestad, llevábamos esperándole cuatrocientos años.

El protocolo que funciona en estas reuniones es así: el orador se dirige primero al presidente del país anfitrión de esta forma: "Sr. presidente, Majestad" y continúa nombrando a los asistentes.

El parlamentario andaluz de IU Antonio Romero acusa al Rey de sus gastos sin dar cuenta a nadie.

A esto último hay que decir que estas cantidades cuesta al erario público la cantidad de 9.050.000 euros, lo que supone que a cada español le cuesta 0,21 céntimos.

La República Italiana con 425.000.000 euros.

La Casa Real de Inglaterra con 54.000.000 euros. La República Francesa con 30.500.000 euros.

La República Alemana con 21.600.000 euros.

La Casa Real de España con 9.050.000 euros.

Hay que añadir a la República Francesa que el presidente, disfruta para sus fines de semana del Castillo de Chambord de 250 habitaciones con un coto de 5.000 hectáreas. El coste del mantenimiento y lo enorme de los territorios que pertenecen a la Commonwealth hacen que los costes de Inglaterra parezcan exagerados, pero hay que tener en cuenta que la soberanía de S.M. Británica abarcan las siguientes: la India con 800 millones de habitantes, Canadá que es el país más grande de América y todo el continente australiano y la seriedad de ésta institución la hemos visto en las últimas votaciones que los australianos volvieron a votar a Isabel 11 y cómo los habitantes de las Malvinas a pesar de la distancia que les separaban de la metrópoli mantuvieron su lealtad a la Reina y cómo el grueso de la flota inglesa inmediatamente salió de la metrópoli para proteger a los habitantes de las Malvinas, al mismo tiempo que los satélites americanos señalaban la situación del crucero argentino que fue rápidamente hundido con lo que dieron a entender que la Commonwealth es algo más que una protección real.

La razón es muy simple; los presidentes de las repúblicas se eligen aproximadamente cada cuatro años y el que sale del mandato es pagado, protegido y costeado durante el resto de su vida. Por lo que está durando el reinado de D. Juan Carlos, a pesar de aquél Juan Carlos el Breve que nos contaba Santiago Carrillo -de breve nada- para sustituirlo hubiera necesitado ocho elecciones que por 75 millones hubieran importado 600 millones de euros y desde luego dudo mucho que hubiesen tenido los magníficos resultados que ha tenido el Rey y con él la monarquía española.

Terminada la campaña electoral en Suecia en el siglo pasado, el Rey llamó al primer ministro in pectore y le dijo: Sr. primer ministro, tenemos que hacer frente a dos posibilidades; la primera es que ustedes respeten sus promesas electorales y por consiguiente dado que dispone de la mayoría absoluta, el cambio no solamente sea político sino de régimen y se proclame la república. La segunda posibilidad es que continúen con el sistema institucional monárquico. En cualquiera de los dos casos estoy dispuesto a respetar escrupulosamente la voluntad popular. Pero les propongo un compromiso: funcionemos todavía un año como tal, como estamos para no traumatizar aún más a la sociedad sueca. Si todo va bien, volveremos a hablar de esto el año que viene, pero antes de que se vaya Sr. primer ministro, quiero añadir algo: La monarquía saldrá más barata que la república al pueblo sueco. Conmigo a la cabeza se ahorrará lo que cuestan las elecciones presidenciales en las que como usted sabe, se despilfarra mucho dinero. "Hasta la vista Sr. Primer Ministro".

Pasó un año y el primer ministro socialdemócrata no volvió a abordar el tema de la República. Y así hasta hoy.

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