"Está claro que el mundo es pura parodia. Todo lo que vemos en él es la parodia de otra cosa, incluso es la misma cosa con una forma todavía más engañosa". George Butaille.

La Diputación de Cádiz, nos regala estos días todo un lujo, la exposición de fotografías de Chema Madoz en el Palacio Provincial.

La frase del comienzo de este artículo ilustra, entre otras, las magnificas fotografías de Madoz, y creo que de alguna forma sintetiza el mensaje de la colección.

Madoz nos muestra su particular visión de la realidad, de las cosas, donde las betas de una madera son la llama de un cerillo o una alcantarilla se convierte en un platero o un abridor de latas en una sardina.

Madoz tergiversa la realidad, la manipula intencionadamente, precisamente para eso, para llamar nuestra atención sobre las formas aparentes de esa realidad. Sobre la fragilidad de esa realidad. Sobre la facilidad de alterar la percepción de la esencia de las cosas mediante el uso de formas externas semejantes. Fabricando una percepción dirigida, y manipulada, que pone en evidencia nuestro análisis de lo real hasta el extremo que lo envuelve de ironía y lo caricaturiza.

Otras veces sus metáforas otorgan otra armonía a las formas que las hace irreales, las desprende de la cotidianidad llegando a crear ilusiones, a crear magia.

El resultado es que todo queda en evidencia, que la realidad siempre debe de quedar en evidencia, tanto por su aparente manipulación como por su falsa ilusión.

A esto nos lleva el autor, de una manera fácil, sencilla pero increíblemente elaborada, pensada e inteligentemente expuesta.

El estudio de Madoz es como una fábrica de nuevas realidades, de evasiones sobre lo real… de poesía de las formas.

Como dice otro de los textos de Gerardo Diego que acompaña a las imágenes:

"Creer lo que no vimos dicen que es la fe. Crear lo que nunca veremos, esto es la poesía…"