Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

En plan plan

Habría que elaborar un plan estratégico para que los planes estratégicos públicos funcionen rápido

La Junta ha presentado esta semana en Jerez el borrador del Plan Estratégico del Alcornocal y del Corcho con el fin de potenciar esta industria tan vinculada a la zona. En corcho, como en tantas otras cosas, somos los primeros en producción pero los últimos en facturación. Tenemos una materia prima de primera calidad pero el valor añadido se lo llevan otros. ¿Les suena?

Esta semana se ha hablado del corcho, que apenas crea 180 puestos de trabajo directos, pero podríamos continuar con otros productos que están en la mente de todos, desde el vinagre al aceite, pasando por los hortícolas. Y eso que hablamos de una provincia como la de Cádiz en la que la industria agroalimentaria se cita históricamente como el gran referente económico, ahora sustituido por el fenómeno del turismo. Llevamos años, décadas habría que decir ya, realizando este tipo de diagnósticos.

Planes estratégicos, planes de empleo, convocatorias de ayudas e incentivos... Y ahora la Iniciativa Territorial Integrada, la ITI, ese proyecto con fondos mayoritariamente europeos que se ha presentado como el salvador de todos nuestros males. Pero la enorme lentitud de la maquinaria administrativa, sumergida en la burocracia, hace que estas medidas se eternicen hasta el punto de impedir que muchos proyectos arranquen. Ahí siguen, y lo que queda, la regeneración del río Guadalete o los centros de innovación del motor y del vino. Habría que elaborar un plan estratégico para que los proyectos de los planes estratégicos funcionasen rápido. Un plan del plan. Aunque seguramente nos encontraríamos con que ese plan tampoco funcionaría a tiempo precisamente porque se enfangaría en la mencionada maraña burocrática.

Tampoco podemos echarle la culpa de todo a la Administración, por mucho que, a la vista está, los planes de empleo no dan el fruto deseado a pesar de la lluvia de millones. Según el último estudio de la Cámara de Comercio de Sevilla y EUSA, un 43% de los alumnos de entre 15 y 18 años de Andalucía Occidental, entre los que se incluyen los de Jerez, quieren ser funcionarios. Así, cuando el horizonte vital es un examen oposición, resulta difícil sembrar. Cuatro locos de vez en cuando tiran para adelante con un proyecto más o menos vinculado a la tierra y se juegan su patrimonio a la espera de que, años después, cuando tal vez todo es demasiado tarde, llegue esa ayuda prometida. La historia se repite cada día.

Mientras, el corcho, el vinagre, el aceite o lo que sea, se secan y se pudren si no se los han llevado antes otros. Entre la pesada maquinaria administrativa y la ligereza de inquietudes empresariales entre nuestros jóvenes, tenemos la receta perfecta del fracaso económico en nuestra región. Ni siquiera en una tierra tan privilegiada por la Naturaleza como la nuestra vemos, salvo honrosas excepciones, ese brote verde que alimente al resto. Eso sí, por planes que no quede. Tenemos uno para cada cosa. ¿Para cuándo un grado universitario en Planificación? Eso que nos hace albergar esperanzas en que algún día, con tanto a nuestro favor, algo cambiará. En plan... optimistas.

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