Alberto Núñez / Seoane

Las vacaciones de los políticos

La verdad es que a fuerza de reincidir en lo que está mal hecho, algunos consiguen que la mayoría termine por aceptar como válido lo que es inaceptable.

Nos quieren acostumbrar a dar por buenas actitudes que no respetan los principios básicos en los que se deben sustentar las relaciones entre las personas. Así, se va 'construyendo' una 'moral' laxa, hueca y carente de solidez, que va conduciendo a nuestra deteriorada sociedad hacia un limbo espiritual en el que el fin justifica los medios, y 'el todo vale', se erige en el 'modus operandi' de cualquier hijo de vecino. Una desoladora lástima.

Podríamos aceptar que todos tenemos derecho a un período de descanso anual, más o menos prolongado, si aceptásemos que este derecho les pertenece a todos los que han trabajado el resto del año y si el estado de las cosas no requiere una especial dedicación por parte de los responsables de esa situación. Si no se dan esos condicionantes, es decir, si se ha estado vagueando durante el período de trabajo o si la gravedad de la situación exige poner toda la carne en el asador para encontrar soluciones urgentes; entonces, las vacaciones huelgan, porque son un lujo que los unos no merecen y los otros no se lo deben permitir.

La abrumadora mayoría de nuestra 'alta' clase política, no cumple con ninguno de los dos requisitos. O sea, son unos vagos que trabajan lo menos posible y, además, la situación en la que se encuentra España, no sólo no da para que los responsables de gestionar las instituciones se vayan de vacaciones, si no que, por lealtad, principios y obligación; les exige un esfuerzo en su dedicación a las tareas patrias.

Pues bien, por lo que se refiere a 'nuestros' políticos, los que no están en los chiringuitos playeros que quieren eliminar, están en sus localidades natales para darse un baño de multitudes por parte de todos los cretinos lameculos que regalan palmaditas en la espalda a los que merecen bofetadas en la cara. Los que no están de 'gira oficial' -ya es casualidad, ¡en pleno agosto!- por el Caribe y parte de Sudamérica, como nuestra vicepresidenta del Gobierno; están de crucero por aguas Baleares, a ver si hay suertecilla y 'se encuentran' con el Rey y los suyos que, por cierto, en el colmo del más ridículo de los peloteos patéticos, hay quien les alaba su 'austeridad' porque, hasta ahora, sólo se han dado un paseíto en el yate que, sólo llenarle el tanque de combustible, cuesta 26.000 euros. Me temo que eso, también lo pagamos nosotros y, en una España con más de cuatro millones de parados y una tasa de desempleo mayor que el doble de la media de la Unión Europea esto, me parece una absoluta inmoralidad.

Esos diputados y diputadas que abren sus bolsillos para llenarlos del parné proveniente de dietas excesivas, gastos de desplazamientos y manutención abusivos, sueldos que no se los ganan, extras que no tienen justificación y Dios sabe cuantas cosas más que no se corresponden, en absoluto, con su rendimiento pero si con sus ausencias, escaqueos, abstencionismo y falta de decencia y profesionalidad. Esos consejeros, ministros, secretarios generales, presidentes de partidos, de Autonomías o del mismo Gobierno de España, que deberían estar trabajando para tratar de solucionar los serios y graves problemas que azotan a los ciudadanos que les pagamos… Todos estos personajes que viven a la sombra de una fama que no tienen, de una posición que no merecen y de una responsabilidad que no están preparados para manejar; nos quieren vender una moto que sólo existe en sus mentes interesadas y ajenas, por completo, al sentido de la decencia, el deber y la Justicia. ¿Qué coño hacen de vacaciones toda esa parva de 'ruinas' mientras las cuentas del Estado se hunden, la recesión es una realidad incuestionable, la recuperación económica sólo existe en los vanos discursos de 'Zetaparo' y de la inútil e incapaz de su ministra de Economía, las colas del INEM se salen de España, los comedores sociales no dan abasto, los Bancos no prestan un duro, los autónomos cierran al ritmo de 500 por día, 'los grandes' no cesan de pedir concurso de acreedores -la antigua suspensión de pagos-, los pisos no se venden, ni los coches, ni los terrenos, ni las naves, ni nada… Pero ellos, exiguos 'padres de una patria' que parasitan sin escrúpulos, se van… ¡de vacaciones!

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios