La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

300 víctimas sin justicia

A quienes tanto les duelen los asesinados hace 80 años parecen dolerle menos los asesinados por ETA

Cuando el pasado mes de noviembre se detuvo al máximo dirigente de ETA, Mikel Irastorza, Otegi acusó al Gobierno de "no interesarle la paz" y dijo que la detención respondía a la "lógica de guerra" del Estado. Lógico: todos sabemos quién fue, qué hizo y quién es, dónde militó y dónde lo hace. El peneuvista Egibar acusó al Gobierno de no avanzar en "un cierre ordenado de la violencia" y de insultar a las instituciones vascas. Lógico: todos sabemos quién fundó el PNV, hasta qué punto ha asumido la moral de situación y la casuística propias de su historia de txapelas y sotanas, quiénes han recogido las nueces y quiénes movían el árbol. El portavoz de Podemos en el Parlamento Vasco, señor Martínez, lamentó que este tipo de "operaciones" impidan que se dé ese "pequeño salto" que "hace falta para que ETA empiece a ser algo del pasado y desaparezca". Lógico: todos hemos oído lo que dijo Pablo Iglesias en una herriko taberna el 6 de junio de 2013, cuando llamó a la Constitución "papelito aquel de 1978" y afirmó que "quienes se dieron cuenta" desde el principio de que aquello fue "una forma muy lampedusiana de cambiarlo todo para todo siguiera igual fue la izquierda vasca y ETA"; y todos sabemos de las simpatías de Podemos hacia Bildu, de los pactos que les han unido y de su deseo del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco para acabar "con esta violencia ejercida contra las personas presas y sus familias, y "con esta vulneración de los derechos humanos" a la que Podemos llama "política vengativa".

Nada de esto sorprende. Lo que sorprende es que a quienes tanto les duelen los asesinados hace 80 años parezcan dolerle menos los mucho más recientes asesinados por ETA, que mató hasta 2010, y los 300 asesinatos que siguen sin resolverse. Lo que sorprende es que cuando la Audiencia Nacional reabre uno de ellos, el caso del guardia civil Antonio Ramírez y su novia Hortensia González, asesinados hace 38 años, haya quien le reproche obstaculizar el avance hacia la convivencia en Euskadi. Lo que sorprende es que la concejala de Podemos de El Coronil, que ha anunciado que este pueblo es el primero de España que se suma a la denominada "querella argentina" por la represión franquista, no anunciara también que se suman a quienes piden que los crímenes terroristas no prescriban y se haga justicia a esas 300 víctimas asesinadas por ETA cuyos casos se cerraron.

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