La protección de Doñana

La relevancia mundial de Doñana exige el mayor acuerdo de las administraciones y presteza al tomar las decisiones que le afectan

Las ministras de Medio Ambiente y Empleo, Isabel García Tejerina y Fátima Báñez, respectivamente, acudieron ayer a Moguer para conocer in situ el estado de los trabajos de recuperación del incendio que este verano calcinó más de 8.000 hectáreas y amenazó seriamente el entorno del Parque de Doñana. La visita tenía por objetivo analizar el estado de unas labores de recuperación en las que el Estado ha invertido un millón de euros, pero sirvió también para conocer la opinión del Gobierno alrededor de numerosos asuntos que tienen que ver con una zona considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. García Tejerina expresó el compromiso del Gobierno en la recuperación del área afectada por las llamas en una intervención que se extenderá durante los próximos seis meses y cuyo objetivo principal es evitar la erosión y facilitar su regeneración. Al tiempo se aprovechará para tomar medidas que hagan frente a la cada vez más preocupante presencia de especies exóticas invasoras, verdadera amenaza para el ecosistema del parque y motivo de alarma entre todos los colectivos conservacionistas. Si hay algo que hace que Doñana sea especial eso es su flora y su fauna, y es labor de la Administración velar por que ambas se mantengan con buena salud. El otro aspecto que trataron las ministras en su visita fue la situación de los regadíos en el entorno de Doñana. El crecimiento del sector de los frutos rojos y la puesta en carga de suelos para su cultivo hacen urgente tomar medidas para hacer compatible el desarrollo económico de la zona con la protección del medio ambiente. García Tejerina mantuvo una reunión con los regantes en la que les informó de que el trasvase de 15 hectómetros cúbicos necesario para abastecer a las plantaciones no contará con autorización al menos hasta dentro de dos años debido a la complejidad que supone modificar el Plan Hidrológico Nacional. Este agua es fundamental para acabar con los pozos ilegales que secan la zona, una tarea en la que el propio sector fresero está implicado y respalda dadas las enormes exigencias en materia de conservacionismo que imponen los mercados internacionales para permitir la entrada de sus frutos. El Gobierno y la Junta -presente ayer en Moguer por medio del titular de Medio Ambiente, José Fiscal- insisten en su compromiso por agilizar este trasvase, si bien los plazos que se ofrecen se antojan demasiados largos tanto para la supervivencia del sector como para las necesidades vitales del Parque Natural. Consideramos que Doñana es no sólo un paraíso natural, sino un emblema del compromiso medioambiental de Andalucía y España y por ello vemos necesaria mayor diligencia, rapidez y consenso en el tratamiento de los asuntos que le afectan. Nuestra imagen internacional y, sobre todo, el futuro de muchas familias dependen de ello.

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