Andalucía ha obtenido buena nota en la primera gran prueba para conocer cómo se comportará el sector turístico el próximo año: la World Travel Market (WTM), la feria del sector más importante del mundo, que se celebra en Londres, la capital del principal país extranjero emisor de visitantes a esta comunidad autónoma. Casi tres millones este año. Afortunadamente, los grandes turoperadores siguen dando muestras de confianza. Sirva de ejemplo que ABTA y Elite, dos de estos referentes, celebrarán en octubre del año próximo sus congresos en Sevilla y Granada. Una elección cargada de simbolismo porque meses después, en marzo de 2019, el Gobierno de Gran Bretaña acaba de anunciar que formalizará su salida de la Unión Europea. Esa es, quizás, una de las sombras en el medio plazo: el comportamiento de los turistas de un país, con décadas de tradición en sus visitas a España y Andalucía, ante el Brexit.

De momento, hay razones para ese optimismo. La Consejería de Turismo cifra en un 6% el crecimiento de los viajeros procedentes del Reino Unido a lo largo de 2018. La preocupación actual es tratar de diversificar "los flujos", en palabras de su titular, Javier Fernández. La Junta ha formalizado acuerdos con compañías aéreas para intentar que los vuelos de las islas aterricen en otros aeropuertos andaluces distintos al de Málaga, el destino por excelencia de estos viajeros. Sin mencionarlo expresamente, considera que hay síntomas de una ligera saturación que intenta paliar con el incremento del abanico de ofertas que pueda presentar la región. En ese sentido, la quiebra de la compañía Monarch, que sólo este año transportó 600.000 turistas a Málaga, es motivo también de preocupación. De momento, se desconoce quién tomará su relevo, con el agravante de que la empresa también dispone de los permisos de aterrizaje y despegue en el recinto aéreo costasoleño. Es la única nube en este despejado panorama.

A poco más de un mes para que acabe el año, con 29,4 millones de visitantes alojados en hoteles y más de 52 millones de pernoctaciones, Andalucía culminará un 2017 en el que superará todos los registros turísticos conocidos. Y en la confianza de que aún no se ha tocado techo y el crecimiento es un objetivo factible. Pero destinos muy competitivos como Egipto, Túnez o Turquía han regresado con fuerza en los últimos meses a este escenario, una vez que estos países del Mediterráneo han conseguido recuperar una cierta normalidad. Es el primer aviso para que Andalucía desista de la tentación de vivir de sus exitosas rentas y sepa mejorar aún más su producto y al verdadero protagonista: el turista.