Ser o no Ser

Como los cangrejos

Cuando hace 26 años escribí aquel pasodoble de la Ley Corcuera de Los Borrachos, aquel …"y vamos dando pasitos p´atrás" se refería a los políticos y al retroceso de libertades. Hoy en día podría escribir algo por el estilo, pero cambiando los políticos por la sociedad en general. Ser humorista hoy en día es profesión de riesgo. No hay broma que se haga, ni chiste que se diga o cante, que no encuentre la indignación de algún colectivo o criaturita. Y si todo quedara en un cabreo, pues mire usted… agua y ajo. El problema es cuando los indignaditos colapsan los juzgados para denunciar a los graciosos de turno. Siempre he defendido la libertad, tanto la de expresión como la de defenderse denunciando aquello que te parezca ofensivo. Lo que sucede es que ya hoy está resultando ofensivo, y hasta digno de ser denunciado, un chiste sobre si de debe pixelar la cara de la niña de Jesulín hasta los 30 años. Si haces un cuplé de un sordo te puede denunciar la Asociación Española de Usuarios de Sonotones. Si lo haces sobre Carles Puigdemont u Oriol Junqueras te denunciará la Asociació Catalana de Criaturits con la Graci en el Seret. Y yo me he librado de ser denunciado por hacer chistes sobre la flojera porque para la Asociación Española de Flojos ya supone un esfuerzo extremo el ponerse a escribir y no tienen ganas. España ha vivido un repunte de las ventas de papel de fumar, porque casi toda España se la coge con el mismo. Lo que no consiguió Franco con su dictadura, callar el humor y la crítica, lo van a conseguir todos estos amargados de nuestros días. Si algo bueno tuvo la represión franquista de las coplas es que nos agudizó la mente para decir lo que queríamos decir, pero sin decirlo. Ese quizás sea el problema. Se ha perdido el doble sentido y el arte de la ironía para tirarnos a la yugular sin anestesia. Aún así, no nos callemos joé. Leña a quien sea, sin miedo. Como siempre ha sido.

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