Provincia de Cádiz

Cádiz usa el recuerdo del 23-F para reafianzar su espíritu democrático

  • La defensa de la clase política y el deseo de que el fracaso del intento de Golpe de Estado sea estudiado en los centros escolares salen a relucir en la conmemoración de la efeméride celebrada en la Diputación

La defensa a ultranza de la clase política y la petición expresa de que el fallido Golpe de Estado de 1981 pase a ser materia de estudio en los centros escolares fueron dos de los aspectos más llamativos que salieron a relucir en el acto de conmemoración del 30 aniversario del 23-F celebrado en la tarde de ayer en el Salón Regio de la Diputación de Cádiz. El recuerdo de aquel día sirvió también para que una vez más la provincia gaditana reafirmara su convicción democrática, como viene ya haciendo cada 19 de marzo al conmemorarse la promulgación de la primera Constitución liberal de nuestro país.

El acto de ayer sirvió para presentar en sociedad el documental 23 voces del 23-F, una visión gaditana del Golpe realizado por el Servicio de Vídeo de la Diputación. Al mismo tiempo, se pudieron escuchar las reflexiones de dos gaditanos que vivieron en primera persona el asalto de Tejero al Congreso de los Diputados: el periodista Augusto Delkader, ex director de Diario de Cádiz y que era subdirector de El País en febrero de 1981, y el filósofo Ramón Vargas-Machuca, que el 23-F estuvo en el hemiciclo como diputado nacional del PSOE por la provincia de Cádiz. En sus intervenciones, ambos coincidieron sobre todo en la idea de que aquel fatídico día de hace ahora 30 años fue la prueba de fuego que necesitaba la democracia española para asentarse y para realzar el pacto político que supuso la Transición que desembocó en la Constitución de 1978 actualmente en vigor.

En opinión de Delkader, el 23-F realzó a la clase política española, y comparó esa situación con la que se está viviendo en la actualidad "en la que la clase política está siendo denigrada por la sociedad española", algo que a su entender supone "un riesgo muy grande para el progreso futuro del país".

El periodista gaditano rememoró cómo vivió el 23-F desde la redacción de El País, elogiando la decisión del periódico de lanzar una edición especial a la calle para reafirmar la apuesta del rotativo por la Constitución. "Fueron horas de mucha emoción y de mucha tensión en las que cumplimos con nuestra obligación", afirmó de manera orgullosa. En este punto, Augusto Delkader lanzó un dardo envenenado a su colega Pedro J. Ramírez -entonces director de Diario 16-, de quien dijo que optó por una actitud tibia porque podía tener un buen futuro en el caso de que hubiera triunfado el Golpe.

El periodista gaditano resaltó la chapuza de la intentona golpista y se posicionó a favor de una apuesta decidida de la sociedad española por recordar los hechos de aquel 23-F a la generaciones venideras "para evitar que haya un caldo de cultivo que fomente reacciones similares" a la que desembocaron en aquel secuestro de la soberanía nacional representada en el Congreso.

Para Ramón Vargas-Machuca, el fracaso del Golpe de Estado supuso "el triunfo de la mediación, de la política", así como "la consolidación de la apuesta por el sentido común del reformismo". El filósofo y ex diputado por la provincia de Cádiz considera que el 23-F realzó el pacto que se consagró con la Transición, pero también entiende que aquello dio paso a un "patriotismo cívico" que asentó el régimen democrático y que posibilitó en cierta medida el inicio de la modernización de España como país, un avance que se consolidaría años después con la entrada oficial en Europa.

A su juicio, los valores democráticos que permitieron que la intentona golpista concluyera en fracaso "aún imperan en la sociedad española de hoy, que sigue orgullosa de esos valores". Sin embargo, también advirtió de que ese capital democrático "lo hemos ido dilapidando poco a poco" debido a la influencia de determinados episodios entre los que citó el referéndum de la OTAN, la huelga general del 14 de diciembre de 1988, la "conspiración" contra Felipe González o las acusaciones mutuas de corrupción entre los dirigentes políticos. Por ello apostó por resucitar esos valores y por destacar y enseñar sin complejos el logro que supuso el triunfo de la democracia sobre los golpistas hace 30 años.

Vargas-Machuca dijo además que aunque la democracia suele decepcionar porque no permite cambiar los cimientos de una sociedad "sí permite hacer remiendos", de ahí que sea tan valiosa.

Al acto de ayer también estaba previsto que acudiera el periodista isleño José Oneto, director de Cambio 16 el 23 de febrero de 1981, aunque finalmente no pudo asistir debido a una enfermedad.

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