Al aceptar la cabecera de lista del PSOE de Cádiz al Congreso de los Diputados, Manuel Chaves ha evitado -queriendo o sin querer- otra guerra interna en el socialismo gaditano cuyas consecuencias a sólo dos meses y medio de la cita con las urnas habrían sido muy dañinas para los intereses de esta formación política.

Una vez que se confirmó que el número uno de esta lista en las generales de 2008, Alfredo Pérez Rubalcaba, concurriría en esta ocasión por Madrid en su nueva condición de candidato del PSOE al Gobierno de España, todas las miradas de los socialistas gaditanos buscándole un sustituto se dirigieron inmediatamente hacia Chaves. No en vano, el expresidente de la Junta de Andalucía era de los pocos dirigentes que contaban con el beneplácito de todas las familias reunidas en el PSOE de Cádiz, incluidos los defensores del griñanismo.

Ya forma parte de la política-ficción pero, ¿qué hubiera pasado si Chaves hubiera renunciado? Las incógnitas eras miles pero no hubiera sido descartable que hubieran levantado la mano la actual diputada Mamen Sánchez o incluso el propio secretario provincial del partido, Francisco González Cabaña, o que el número uno de esta lista hubiera sido un candidato importado de otra provincia o que hubiese sido otro dirigente impuesto por la dirección del PSOE andaluz. Cualquiera de estas opciones habría levantado ampollas -en mayor o menor medida, dependiendo de cada caso- en la militancia socialista de Cádiz, un extremo que ha sido cortado de raíz con el sí dado por Chaves.

Despejada esta incógnita, los socialistas abrirán ahora el proceso de confección de una candidatura que deberá estar cerrada como máximo en la última semana de septiembre. Ayer, el propio González Cabaña mostraba públicamente por vez primera su intención de ocupar uno de los puestos de salida de esta lista, aunque precisó que lo hará "siguiendo los requisitos que el partido establezca". En este sentido, Rubalcaba anunciaba ayer su intención de no contar con alcaldes en las candidaturas del PSOE para evitar la duplicidad de cargos, una medida que, de confirmarse, situaría al líder de los socialistas gaditanos en la encrucijada de tener que elgir entre la Cámara Baja y la Alcaldía de Benalup-Casas Viejas que ostenta desde 1991.

Con esta incógnita pendiente de resolver, a día de hoy lo más probable es que tras Chaves figuren en la lista Mamen Sánchez y el propio Cabaña (ambos podrían alternarse en los puestos dos y tres), dejando el número cuatro para el también diputado Salvador de la Encina, que si bien no tiene la aquiescencia de una parte de la dirección del partido en Algeciras sí es bien valorado por la ejecutiva provincial y por el propio Rubalcaba. Se da por hecho que ya no repetirán ni Rafael Román ni Ana Chacón, esta última afincada ahora en Badajoz.

Este debate interno que hay en el PSOE se está repitiendo igualmente en el PP, que deberá tener sus candidaturas ultimadas antes de la convención nacional que celebrará en Málaga del 7 al 9 de octubre. Con Teófila Martínez de nuevo al frente de la lista -no está confirmado oficialmente aunque es un secreto a voces-, queda por saber los que le acompañarán en la candidatura. A priori se da por hecha la continuidad tanto del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, como del portuense Aurelio Sánchez Ramos. No obstante, la noticia podría estar en la presencia en estos puestos de salida (quizás como número tres) de la regidora de Jerez, María José García-Pelayo, aunque ello está a expensas de que sea ratificada la normativa legal anunciada por el PSOE-A que prohibirá a los alcaldes ser parlamentarios andaluces.

Tanto socialistas como populares pujarán el 20-N por amarrar como mínimo cinco de los nueve diputados que están en juego en la provincia, aunque el PP, a la vista de su victoria en las municipales de mayo, confía incluso en llegar al sexto diputado.