Provincia de Cádiz

Compañeros del metal

  • La Federación de Empresas del Metal de Cádiz fue el germen, hace 40 años, de las primeras negociaciones laborales que poco tienen que ver con las de hoy

Imagen de archivo de una de las protestas históricas de los trabajadores de astilleros en el puente José León de Carranza.

Imagen de archivo de una de las protestas históricas de los trabajadores de astilleros en el puente José León de Carranza. / d. c.

Era 1977. El Sindicato Vertical seguía funcionando, aunque ya con otro nombre. Una mañana, un representante de la primera Federación del Metal de Cádiz (Femca) que funcionó en la provincia recibió una llamada. "Astilleros está en crisis y no ha podido pagar a una de sus contratas. Los trabajadores de esas contratas están encerrados en el edificio de los sindicatos. Vente para acá que hay que negociar". Este representante, con sólo 30 años, se fue para el edificio. Al llegar, vio cómo el hall de entrada y todas las escaleras hasta la tercera planta estaban repletas de hombres que mataban por llevar el pan a su casa. Logró llegar hasta la sala de reuniones. Allí lo esperaban los miembros de aquél ya casi moribundo Sindicato Vertical y los del comité de empresa de la contrata. Empezaron a hablar. "Yo no escuchaba, sólo pensaba en cómo salir de allí", recuerda hoy, 40 años después. Al llegar su turno, ágil y con contundencia, dijo: "No hay que preocuparse". Cogió el teléfono y comenzó una conversación con el director del astillero. "Que cuánto se debe?, varias letras. Sí. ¿Que esta noche das la orden y mañana pueden cobrar todos? Magnífico, ahora mismo lo traslado". Colgó el teléfono y se dirigió a los que le acompañaban en la sala: "Ya habéis escuchado, esta noche se ingresa y mañana podrán cobrar. Solucionado". Todos se marcharon en calma. Hoy, al recordarlo, este representante admite: "Jamás hablé con nadie, pero yo pude regresar a mi casa". Eran otros tiempos, otra manera de negociar, cuando las amenazas laborales y personales no eran parte del juego de la negociación. En aquella época, hace 40 años, todos se jugaban el tipo.

Hace cuatro décadas nació Femca, que incluía no sólo a las empresas del metal. También a la hostelería y la construcción. Diario de Cádiz se cita en la sede de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) con quien fuera el primer presidente de esta patronal, Juan Sánchez Alcántara; y con uno de sus primeros abogados, Alfonso Jiménez. Junto a ellos, parte del presente de la federación, su actual secretario general, José Muñoz. El primer presidente trae consigo una carpeta repleta de documentos, de actas, de recortes del Diario, de fotos. El primer abogado habla de memoria. Ambos tienen inmunerables anécdotas en la cabeza, a modo de la historia con la que arrancan estas líneas, y que cuenta otro de aquellos primeros exploradores de la patronal, que prefiere quedar en el anonimato. En el caso de nuestros protagonistas, lo primero en lo que coinciden es en que la época actual tiene muy poco en común con lo que ellos se encontraron hace 40 años.

Alfonso Jiménez (AJ). "En el año 1977 se promulga una norma que de alguna manera regula la huelga. Los empresarios se ven indefensos, piensan en qué va a pasar, si se va a parar la fábrica. Todo esto promueve que la gente se asocie. Afortunada o desgraciadamente, hubo muchísimos conflictos a los que no estábamos acostumbrados, a los que había que hacer frente legalmente. Todo era nuevo y nadie sabía cómo reaccionar. Y eso llevó también a que hubiera una agresividad importante en el mundo sindical que se iniciaba en las negociaciones, en los follones colectivos, en todo lo que suponía enfrentamiento con las empresas".

Juan Sánchez Alcántara (JSA): "Claro, se vieron libres de hacer lo que quisieran frente a la empresa, y las empresas nos veíamos atadas de pies y manos sin saber qué hacer, porque antes se tenía el amparo de aquel Sindicato Vertical, que tenía todo regulado".

Lo del Sindicato Vertical también tiene su importancia. Lo recuerda el abogado.

-AJ: "Algunos sindicalistas que salen al frente en esa época vienen del Sindicato Vertical. De pronto fue como un toro que sale a la plaza, se desata un espíritu de lucha que estaba aguantado y todos querían defender sus derechos. La reacción contraria se produce en la empresa, pero con el agravante de que no tenían sentido asociacionista, no había reuniones de empresarios porque no habían tenido necesidad. Todo lo que fuera manifestación, reunión o huelga no existía antes".

Tan complicada era la situación que entonces, hace 40 años, se produjo un cierre patronal en las pymes gaditanas, algo que no ha vuelto a ocurrir.

-JSA: "El momento más complicado fue un día que llegamos al límite y tuvimos que obligar, algo que no nos gustaba, a que fuese el empresario el que generara la huelga. Dijimos que hacíamos un paro de empresarios. Me costó muchos disgustos". Y aquí introduce una anécdota que tiene su importancia histórica. "Me llamó el gobernador civil, que si eso estaba fuera de la ley, que no se permitía que nunca el empresario parase la empresa. El gobernador de la época nos ayudó, porque ya estaba el hombre desesperado de los problemas que teníamos, porque no había un día que la empresa estuviera abierta. Al final el cierre patronal duró 24 horas. Me cogieron, me llevaron, me leyeron la cartilla y tuvimos que desistir. A él le costó el puesto, lo dice en una carta que me mandó en la que me decía que no sólo tenía pena porque le hubieran destituido del cargo, sino porque sus propios amigos, que creía amigos, dentro del partido, lo habían abandonado".

Y, claro está, la negociación, hizo que muchos se lo pensaran. -JSA: "La negociación se volvió tan peligrosa que tuvimos que delegar en nuestros abogados. Había reuniones a las que no se podía entrar. Los trabajadores formaban una columna en la calle y te insultaban, te decían de todo y tú ibas entrando con pánico. Llegamos a tener pánico".

-AJ: "Como había esa agresividad verbal, los empresarios se sentían atacados, insultados desde el punto de vista personal. Pero si no había acuerdo, al día siguiente se hacía una huelga o una protesta en la empresa del que estuviera allí sentado. Esto provocó algo que tuvo un efecto negativo: que los empresarios decidieron no ir más a las reuniones. Pasó en construcción, en hostelería y fundamentalmente en metal. Porque al que no fuera a la reunión no le hacían nada. Se fueron de esas reuniones y los abogados que estábamos en Femca nos comíamos el marrón".

-JSA: "Esos primeros momentos fueron muy duros, también cuando llegaron las amenazas. A mí me colgaron en la Zona Franca un muñeco con mi cara y mi nombre. Eso provocó que dimitiera de presidente de Femca. A mí me llevaron un autobús, en la negociación de un convenio provincial, y me apedrearon el taller, todos los cristales rotos. Después nadie asumía la culpa. Yo he ido al trabajo cambiando rutas diarias recomendado por la Policía. Y tuve problemas familiares, porque mi mujer era joven, mis hijos iban al colegio asustados, incluso un amigo me ofreció irme a un chalé en Jerez para irme con mi gente. Por eso hoy cuando vengo a Femca y veo los convenios, nos reímos".

En este punto interviene José Muñoz (JM). Acostumbrado a la negociación de los últimos años, sabe que también ha habido momentos duros. Y por eso se siento orgulloso de lo que hoy es Femca, que ciertamente fue hace 40 años el origen de la CEC.

-JM: "Femca ahora tiene una gestión con personal adscrito, con un equipo de la CEC que son 20 personas trabajando día a día, una gestión técnica profesional que antes era otra estructura. Eso, con el valor añadido de la negociación colectiva nos permite haber pasado de aquél germen de esos empresarios que se llevaban bien a una estructura sobre la que pivotan unas mil empresas a las que se da soporte, contando todos los gremios, y más de 12.000 trabajadores. Eso nos da un posicionamiento en los foros muy fuerte. Estamos en 147 mesas en las que se discute de todos los asuntos, medio ambiente, licencias de apertura, consumo...y si no estamos nos encontramos ya con el plato cocinado. La CEC consiguió salvar a Femca en un momento en el que la situación no era muy boyante. Hoy Femca tiene una buena salud". Porque, también hace 40 años, hasta eso era distinto.

-JSA: "Cuando se iba a crear la Confederación de Empresarios de Andalucía, fuimos a Madrid a presentarle el proyecto a Adolfo Suárez. Tengo guardado todavía lo que hablamos y los asistentes. Estaban Adolfo Suárez, Fernando Abril Martorell, Salvador Sánchez, Carlos Ferrer, José María Cuevas, Martín Navarro, Eduardo López, Manuel Ramón Martínez, Ignacio Fernández, José María Tejero, Jerónimo Jiménez, Alfonso Sánchez Padilla, Juan Sánchez Alcántara, Enrique Muñoz Fernández, José Bohórquez Mora, Juan Vidal Ramos, Rafael Santos y Antonio Carrillo, aún en la CEA. Hemos estado en todas las fundaciones y hoy que todo el mundo dinero, todo va muy bien. Antes todo era de tu bolsillo. Ese día en Madrid, pagué el hotel, hasta el taxi que me llevó desde el hotel a la Moncloa, íbamos cuatro en cada taxi y pagamos a escote. Así lo hacíamos siempre".

Y concluyen reconociendo que los tiempos, como dijo Bob Dylan, están cambiando.

-JSA: "Hoy esa conflictividad no es tan grave. Ahora la gente ya viene de otro mundo. Un chaval hoy no piensa como yo pensaba entonces, imagino".

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