La aún delegada territorial de Fomento y Vivienda, Gemma Araujo, ha comparecido ante los medios para explicar su dimisión y su marcha de la política. Araujo achacó que su decisión se basa en su deseo de "desarrollarme como profesional y para dar mayor peso a mi vida personal. Me voy porque quiero", destacó. La delegada comentó que el paso que ha dado "ha sido muy meditado" y considera que para seguir en un puesto de tal responsabilidad "hay que hacerlo al cien por cien". Arropada por el resto de delegados territoriales y por el delegado de la Junta, Fernando López Gil, Araujo afirmó que sus 14 años en política "han sido una experiencia brutal", con momentos positivos y otros amargos. Entre los últimos recordó sus cuatro "durísimos" años como alcaldesa de su ciudad, La Línea, donde dice que tuvo que vivir "amenazas, encontrarme una manifestación de 200 personas en la puerta de mi casa o ver a un encapuchado detrás de un coche aparcado frente a mi casa", todo ello debido a la falta de pago de las nóminas a los trabajadores municipales.

En cuanto a los positivos, se encuentran "haber conocido a muy buenas personas; poder ayudar a la gente con tu trabajo y ver los proyectos realizados". En este sentido destacó que se queda con la "espinita" de no poder inaugurar el tranvía que unirá Chiclana con Cádiz y la culminación de la estación de autobuses de Cádiz, proyectos ambos que, según la delegada, van por buen camino y cumplirán los plazos previstos.

Cuestionada por si su salida está relacionada con la candidatura de Susana Díaz a la Secretaría General del Partido Socialista, explicó que no tiene nada que ver porque "estoy presente en el grupo de apoyo provincial a Susana y estaré en el que se creará este viernes en La Línea".

Licenciada en Derecho, Gemma Araujo está terminando un Máster en Acceso a la Abogacía, profesión a la que espera dedicarse en un futuro próximo.