Los representantes sindicales de los más de dos mil trabajadores que conforman la nómina de los hospitales de José Manuel Pascual y Pascual se reunieron ayer con el nuevo gerente del Servicio Andaluz de Salud, Mariano Marín, rodeados de un ambiente "más cordial y dialogante" de lo habitual, según el presidente del comité intercentros, José María Manzano.

Ya de por sí, el tono de las declaraciones de Manzano era ayer radicalmente distinto al de hace un mes, cuando la lentitud con la que la Junta estaba llevando la resolución del conflicto era un obstáculo para que los trabajadores de Pascual retomaran el optimismo. En esta ocasión, el cambio del interlocutor principal por parte de la Junta, el nuevo gerente Mariano Marín, que vino a sustituir a José Manuel Aranda después de que éste fuera expulsado del ring por las mareas de sanidad, ha supuesto ver una botella medio llena donde antes tan sólo se veían malas caras.

"No tiene absolutamente nada que ver ni el tono ni la predisposición al diálogo", destacaba ayer José María Manzano, minutos después de que los representantes de los trabajadores de Pascual abandonaran la reunión con el SAS.

"Postura conciliadora" y "ambiente negociador" eran los calificativos esgrimidos por Manzano, que detectó "una sintonía distinta" entre la Gerencia del SAS y su empresa.

La cordialidad que rodeó este nuevo encuentro embelesó a los representantes sindicales a tal extremo que salieron del encuentro con la sensación de que en breve se firmará definitivamente el concierto entre la Junta y los hospitales de Villamartín, El Puerto y Sanlúcar y se publicará el pliego de condiciones para el concurso al que deberá presentarse Pascual para ganar la concesión de San Rafael de Cádiz, Málaga y Huelva. Del encuentro salieron sin fecha pero con la seguridad de que "en breve" se rubricará el acuerdo definitivo que culminará un nuevo conflicto laboral entre la Junta y Pascual que, en esta ocasión, se ha prologando durante casi año y medio.