Provincia de Cádiz

Guillén contrató con Aguas de Cádiz sin conocimiento de la UCA

  • "No consta documentación sobre este Observatorio ni sobre el trabajo que realizó"l El director del doctorado de Romaní dice que entregó su estudio, pero no sabe si cobró

  • La Universidad llevó a una comisión el inusual número de tesis que dirigía

Carlos Guillén y Rafael Contreras (en el centro), en un acto de Carbures, cuando ambos eran directivos de la firma. Contreras fue miembro del tribunal de Romaní.

Carlos Guillén y Rafael Contreras (en el centro), en un acto de Carbures, cuando ambos eran directivos de la firma. Contreras fue miembro del tribunal de Romaní. / miguel ángel gonzález

Carlos Guillén, tutor del trabajo doctoral del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cádiz, Ignacio Romaní, acordó subvenciones con Aguas de Cádiz sin que la Universidad de Cádiz tuviera conocimiento alguno del trabajo que pretendía realizar y por el que su Observatorio, llamado Observatorio Andaluz de Responsabilidad Social de la Empresa, cobró durante cuatro años 42.000 euros. En las cartas en las que Guillén se ofrecía para realizar tareas de investigación sobre esta empresa municipal y en las que, posteriormente, daba cuenta de los gastos de las siguientes subvenciones a cobrar, siempre aparece el grupo de investigación de la Universidad de Cádiz. De hecho, la primera carta que hace llegar a Aguas de Cádiz va con el membrete de la Universidad de Cádiz, aunque la facturación al final iría íntegramente a su Observatorio, creado por él hace 14 años. En su web, al pinchar en el apartado de Quiénes Somos, no aparece nadie.

La confusión en Aguas de Cádiz sobre quién iba a realizar el trabajo llegó al punto que al pedirle una factura para pagar el primer plazo sólo dos meses después de la propuesta de investigación realizada por Guillén se le solicita que aporte una "factura de la Universidad de Cádiz". El pago, como se ha dicho, se haría, finalmente, a su Observatorio.

Ayer, la Universidad de Cádiz emitió un comunicado en el que se afirmaba que "no consta en los archivos de la Universidad de Cádiz documentación sobre el Observatorio Andaluz de Responsabilidad Social ni contrato del profesor Carlos Guillén Gestoso con la empresa Aguas de Cádiz, desconociéndose todo extremo de los trabajos que hubieran podido realizarse".

Para Guillén, la Universidad "no tenía por qué tener conocimiento de la organización de jornadas y si se mencionaba en estos comunicados, que yo redacté tal y como me pidieron en Aguas de Cádiz que lo redactara, se debía a que había personas del grupo de investigación que colaboraban con el Observatorio".

La cantidad de 42.000 euros, en un principio, obedecía a la realización de un trabajo de investigación en el ámbito de la economía social corporativa, pero ayer, tanto Romaní como Guillén, manifestaron que el trabajo quedó en un segundo plano y la colaboración se centró en la organización de varias jornadas sobre responsabilidad social de las empresas, que se realizaron en diferentes lugares de la ciudad y con la presencia de directivos de importantes firmas nacionales. Además de estas jornadas, estaba el trabajo que ayer se mostró. El documento entregado a este medio son 66 folios bajo el título de "Memoria de Sostenibilidad e Informe de auditoría externa de responsabilidad social de la empresa, 2014". No está firmado por nadie y sólo hace referencia al año 2014, aunque parece que el encargo es de 2011, ya que fue en marzo de 2011 cuando Aguas de Cádiz ingresó al Observatorio creado por Guillén una cantidad de 12.000 euros. Es decir, se cobró sólo dos meses después de presentar el proyecto, aunque esa idea inicial sólo se materializaría cuatro años más tarde. El documento impreso mostrado ayer tiene en un cuerpo y color de letra diferente al encabezamiento la fecha, supuestamente, de entrega: marzo de 2015. Este medio solicitó si se podía contar con los archivos del documento, pero no fueron enviados.

Tal y como afirmaba el día anterior Romaní, que ayer también mostró su tesis, ambos trabajos, el doctoral y el de Guillén para Aguas de Cádiz, no se parecen. Durante todo el tiempo que Guillén ejerció de tutor de Romaní, éste ostentaba el cargo de presidente de Aguas de Cádiz y fue él el que que firmó las facturas del Observatorio.

El pasado martes Guillén declaró a este medio que el informe se había abonado en el último plazo, precisamente de marzo de 2015, pero ayer dudó de que esto hubiera sucedido así. En esa factura figura que los 10.000 euros que se abonan es por la realización de unas jornadas, por lo que Guillén deduce que "si existen cuatro facturas y hubo cuatro jornadas, parece entonces que el informe que entregué en Aguas de Cádiz no se pagó, pero no podría decirlo con seguridad".

En Aguas de Cádiz no figura la entrada en registro del trabajo realizado por el Observatorio, ni nadie de las personas consultadas de esta empresa municipal recuerda haberlo visto ni tampoco saber de su existencia. Ayer, Guillén, en decaraciones a Radio Cádiz, lamentó no haber pasado el documento por el regisro y afirmó que lo había entregado con seguridad y se hizo en mano a una persona que no recordaba.

Carlos Guillén fue elegido por Ignacio Romaní para que dirigiera su tesis mientras se mantenía la colaboración de Aguas de Cádiz con su Observatorio. Guillén es un experto director de tesis, al punto de que la Universidad de Cádiz le tiene registradas un total de 56, un número absolutamente inusual, según manifestaron ayer varios catedráticos de la UCA, que fijaron la media de dirección de tesis en una vida académica en no más de una decena. Sin embargo, Guillén negó ayer la mayor y afirmó que "hay profesores en España que han dirigido muchas más tesis que yo. No es en absoluto inusual y, además, ahí está la comisión correspondiente del Doctorado para controlar estas cosas. De todas maneras, muchas de estas tesis no son dirigidas por mí, sino codirigidas".

Pero la Universidad sí que amagó con tomar cartas en el asunto de las tesis dirigidas por Guillén y los catedráticos consultados aseguraron que era "vox populi" la gran cantidad de tesis que llevaba a cabo. Su situación fue debatida en varias reuniones de la Comisión de Doctorado, formada por representantes de todas las áreas de conocimiento de la Universidad, según manifestaron ayer fuentes de toda solvencia de la UCA. En estas reuniones se había criticado que una misma persona fuera capaz de "compatibilizar la dirección de más de una decena de tesis a la vez", indican. Pero lo cierto es que, como dice Guillén, en ningún momento se impidió que asumiera nuevos proyectos académicos. Por eso cuando Romaní le pidió dirigir sus tesis, él no vio ningún problema en hacerlo ni consideró que existiera ninguna incompatibilidad ni ética ni legal para poder hacerlo. Algún otro catedrático consideró ayer que, bajo ningún concepto, tendría que haber aceptado dirigir esa tesis.

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