Provincia de Cádiz

"Mucha gente me ve como a un dios, por lo mucho que quieren a mi padre"

  • El vástago del líder cubano, que expondrá sus fotografías en Cádiz, asegura que no es verdad que su padre no esté al frente del país y que aunque el dirigente es Raúl a él se le sigue consultando todo

Álex Castro es "camarógrafo" en la televisión cubana y fotógrafo colaborador de varios periódicos. Ahora prepara una exposición que bajo el título Postales de mi país se inaugurará el próximo miércoles en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz. Pero en su currículum pesa más ser uno de los cinco hijos del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro. En lo que es su primer viaje a España ha recalado en Cádiz. Acompañado del comisario de la exposición Joaquín Hernández 'Kiki', fotógrafo del Diario, accede a una conversación con precauciones. Él está contento con su trabajo pero es consciente de que "el nombre es un gran atractivo" para que el público acuda a la muestra en la que enseña "una imagen de Cuba, la belleza de sus paisajes de Cuba, el deporte, la vida de los niños, que me interesa mucho, en sentido general la vida de Cuba". Y naturalmente, "las fotos del comandante en jefe, una cosa muy sencilla de su vida, en actos políticos, o en lugares muy íntimos".

-¿Fidel es buen modelo?

-Sí, claro está muy acostumbrado. En algunos momentos puede poner reparos, pero no es lo común. Él se deja fotografiar, casi como que no se da cuenta de que le están haciendo fotos. Vamos... él se arregla, tampoco sale como quiera... pero él no pone reparos en que la gente le fotografíe.

-¿Cómo se lleva lo de ser hijo de un personaje histórico?

-Estoy tan acostumbrado que para mí es una cosa normal. Hay gente que me trata... como un dios, pero yo no soy un dios, yo soy una persona normal.

-¿Pero eso por el simple hecho de ser hijo de Fidel?

-Mmm... mucha gente me trata con cariño. Porque a él lo quiere mucha gente. En el mundo entero tiene muchos amigos. Yo diría que es el hombre que más amigos tiene en el mundo. Y en base a eso, también mucha gente me quiere. Me ven a mí tan cercano a él que hasta cierto punto es como si lo vieran a él, salvando la lejanía, claro.

-¿Ahora mismo como se encuentra Fidel?

-Ahora, muy bien.

-¿Sigue en el hospital o en casa?

-Se sigue recuperando. No te puedo decir donde está, no estoy autorizado a decirlo. Sí lo veo habitualmente, ahora más, y charlamos de todos los temas.

-De política también.

-Chico, más bien yo no hablo con él de política, sino aprendo con él de política.

-¿Y él cómo está viendo ahora lo que desde fuera se ve como un nuevo proceso, el de su retirada?

-Lógicamente, él no puede llevar la vida que llevaba antes, en el sentido de estar en todos los lugares, como solía hacer. Hoy las circunstancias no se lo permiten, y él siempre ha querido cumplir sus obligaciones y con el pueblo. Entonces, qué hace... cómo te lo explico... (un largo silencio) no da paso al error, es decir, tampoco quiere incumplir con las personas. Por eso no se permite estar en un lugar en el que no puede hacer el trabajo que estaba haciendo. Sí está muy bien, y que no diga nadie que no está al frente del país. Eso no es verdad. Está muy al tanto de todas las cosas. Ha dirigido el país durante muchos años y a pesar de ser Raúl el presidente en estos momentos, siguen haciéndosele consultas. No te voy a decir qué él está dirigiendo el país, pero sí que se le siguen haciendo consultas.

-Él ha dado entonces su consentimiento a las medidas de que los cubanos tengan acceso a los hoteles o a las nuevas tecnologías.

-Todos esos cambios no son cambios de política, ni de democracia como dicen algunos. Son prohibiciones que había y que merced a la mejoría en la situación económica se han quitado. Esos temas son los que más se hablan pero hay otros que no se han tratado. No son medidas que haya puesto en marcha Raúl, sino que se contemplaban hace tiempo. En un momento determinado pudieron tener sentido, pero ahora ya no.

-¿Por qué cosas ha visto más apasionado o enfadado a Fidel?

-Él disfruta mucho con las victorias deportivas de Cuba, sobre todo en las Olimpiadas. En cuanto a las cosas que más le han enfadado, te puedo decir que fue cuando el atentado terrorista contra el avión en Barbados (un aparato de Cubana de Aviación explotó en vuelo y murieron 73 personas). Aparte, lo que más le molesta a él son las injusticias que se cometen contra el pueblo de Cuba y en sentido general, las desigualdades y las injusticias en el mundo entero. Y el colonialismo moderno norteamericano, aunque ahora se llame, con palabras muy bonitas, neoliberalismo.

-¿Cómo ven en su casa el futuro inmediato de Cuba, sin Fidel?

-Mira, te voy a enseñar un periódico que traigo porque sabía que me ibas a preguntar sobre eso (se levanta y saca de su cartera un ejemplar reciente de Juventud Rebelde, que muestra en su portada una viñeta en la que, sobre la leyenda "Cuba, sin Castro" se muestra a una multitud armada, todos con el rostro de Fidel): Cuba no es sólo Fidel Castro. Cuba es una política, un sistema determinado, que no lo impuso Fidel, que viene de una tradición que arranca en José Martí. El régimen puede no ser el mejor, pero es el que mejor resultado nos ha dado hasta el momento. Así que se habla mucho de los cambios en Cuba, pero los cambios van a ser hacia más socialismo. El sistema seguirá después de Fidel, después de Raúl y de venga quien venga.

-¿El comandante no está preocupado?

-No, él tiene su relevo y el relevo está en el pueblo cubano.

-Ustedes tienen familia en España, si la cosa se pone mala allí siempre podrían venirse.

-Je. No, si se pone la cosa mala en Cuba yo me quedo allá. Si he estado viviendo tantos años... ahora es cuando estamos muy bien. Hemos pasado épocas de crisis, amenazas de los Estados Unidos, amenazas de guerra, y estamos ahí. Se le criticará mucho, pero a Cuba se le quiere en el mundo entero. Y se le respeta.

-¿Qué es lo último que habló con su padre?

-Bueno, lo último que hablé con él fue de mi exposición en Cádiz. Y sí es verdad que se parece a Cuba, toda esta zona. Lo que más se parece no son las construcciones sino la gente.

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