Acababa de salir de clase y como cada día, aguardaba a que llegara el autobús para llevarla de vuelta a su localidad natal, el pueblo sevillano de Pruna, a poco menos de 8 kilómetros s de Olvera.
Estaba sentada en un banco acompañada de su prima frente al instituto en el que cursaba segundo de Bachillerato, el IES Zaframagón, en la avenida Manuel de Falla, en Olvera. Y de pronto, ocurrió. Un vecino de la localidad de 68 años de edad que viajaba en su furgoneta con su nieto de 8 años, al que acababa de recoger, perdió el control del vehículo.
Su turismo subió a la acera y arrolló el banco en el que estaba la joven, Rocío Vera, de 17 años de edad. Su prima se salvó de milagro. Vio al coche que se lanzaba hacia ellas y pudo en el último momento apartarse de su letal trayectoria. Rocío se quedó paralizada. Y todavía sobre el banco en el que aguardaba la llegada del autobús, se precipitó por unas escaleras cercanas, cayéndole el coche encima.
Un vecino de la zona escuchó sus gritos de auxilio y se acercó rápidamente para tratar de ayudarla, cogiéndole la mano. La joven moría instantes después, al fondo de las escaleras, bajo las ruedas del turismo. Efectivos de Emergencias Sanitarias desplazados hasta el lugar trataron en vano de reanimarla.
Poco después de las tres y media de la tarde su cadáver era levantado en medio de enormes escenas de dolor de sus familiares, acompañados, por entre otros, el alcalde de la localidad, Fernando Fernández. El regidor olvereño a duras penas podía contener la emoción tras la grave tragedia sufrida.
Fernández, que recordaba que también, en la pasada Feria, la tragedia sacudió a Olvera al morir una joven tras caer de un caballo, anunciaba que el Ayuntamiento decretará tres días de luto.
La Policía Local de Olvera se hizo cargo del atestado del siniestro en una investigación tutelada por el Juzgado de Arcos.
Desde el Cuerpo se requirió la colaboración e efectivos de la Guardia Civil de Tráfico para que realizaran la prueba de alcoholemia al conductor, que dio negativo, confirmaron a este diario fuentes del instituto armado.
El vecino, muy conocido por regentar hasta su reciente jubilación un bar (que ahora llevan sus hijos), a duras penas podía atender a las preguntas que le realizaron los policías.
Mientras que diversas fuentes indicaron que él mismo comunicó a los servicios de emergencia que perdió el control del turismo al darle un ataque de asma, varios vecinos de Olvera señalaron a este diario que al parecer sufrió un desvanecimiento. El hecho de que algunas personas escucharan a su nieto lanzarle gritos de "abuelo, abuelo" mientras se precipitaban con el vehículo contra el banco en el que estaban Rocío y su prima avalarían la posibilidad de que hubiera podido sufrir un desmayo.
Ayer, a media tarde, la directiva del IES Zaframagón mantenía una reunión de emergencia para valorar la enorme tragedia sufrida. Desde el centro declinaron realizar ninguna manifestación, al estar fuertemente impactados por lo ocurrido.
Rocío Vera formaba parte del grupo de chavales de Pruna que, merced a un concierto entre las Consejerías de Educación de Sevilla y Cádiz, cursan estudios en el instituto olvereño, por tenerlo más cercano que cualquier otro centro sevillano. Por ello, a diario, se desplazan hasta Olvera en un autobús. El que ayer aguardaba Rocío y que no pudo coger .
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