Pasaban unos minutos de las diez y media de la mañana de ayer cuando dos individuos atracaron una sucursal de Caja Rural en Chiclana, situada en la avenida de los Descubrimiento, en el centro comercial Las Redes. Unas ocho personas estaban en esos momentos dentro de la entidad bancaria, al igual que varios empleados, aunque afortunadamente no hay que lamentar daños personales.

Según estos testigos, uno de los atracadores llevaba la cara cubierta con un pasamontañas, el otro se cubría el rostro con un casco de moto y ambos usaban guantes. Así entraron en la oficina del banco. Uno de ellos, que blandía una arma corta que según fuentes de la Guardia Civil podría ser real o simulada, obligó a los clientes que se encontraban en su interior a tumbarse en el suelo. Mientras, el otro se fue directamente hacia la ventanilla de caja obligando a la cajera a entregarle el dinero e instando al personal del banco a abrir las cajas fuertes. Sin embargo, debido a las fuertes medidas de seguridad con las que actualmente cuentan este tipo de sucursales y entre las que se incluye un sistema de apertura retardada, las cajas fuertes no se abrieron y los atracadores sólo se apropiaron del cambio que en esos momentos había en ventanilla.

Testigos presenciales han explicado que, al comprobar el escaso botín que podían obtener de las arcas del banco, los atracadores instaron a los clientes que estaban tumbados en el suelo a entregarles el dinero que portaban en esos momentos. Fuentes policiales han confirmado que los atracadores sustrajeron pequeñas cantidades en metálico al menos a cuatro de las personas que se encontraban dentro del recinto. En total, la cantidad sustraída por los atracadores, aunque aún no ha sido confirmada con exactitud por la Guardia Civil a la espera de un recuento más pormenorizado, se calcula en menos de 2.000 euros.

Una vez obtenido ese dinero, "gran parte en monedas del cambio de la ventanilla de caja", según fuentes del personal de la entidad bancaria, los asaltantes huyeron en una moto de gran cilindrada.

Los testigos del suceso han descrito a los individuos asegurando que "uno de ellos era alto y delgado, mientras que el otro tenía una complexión media", pero han destacado la dificultad para identificarlos al llevar el rostro cubierto.

También han resaltado la gran rapidez con la que se produjeron los hechos, ya que afirman que los atracadores no permanecieron en la oficina de la caja de ahorros "más de dos minutos", emprendiendo igual de rápido su huida en la motocicleta que habían dejado justo en la puerta de la misma.

Minutos después se personaban en el lugar de los hechos efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil que habían sido alertadas por testigos oculares e, inmediatamente, la Benemérita procedía a abrir las diligencias oportunas y a investigar los hechos para localizar y detener a los atracadores. Para ello, ha tomado declaración a todos los testigos del atraco y al personal de esta sucursal de Caja Rural, quienes se mostraban visiblemente alertados tras el suceso, y ha realizado una inspección ocular pormenorizada en el lugar.

Además, hay que subrayar que esta entidad bancaria ya fue objeto de otro atraco de características casi idénticas hace pocos meses. Concretamente, en diciembre del pasado año dos individuos, también con el rostro cubierto por pasamontañas y cascos de moto, asaltaron la sucursal a punta de pistola y huyeron en una motocicleta de gran cilindrada.

La similitud entre ambos sucesos y la coincidencia en las características física de los atracadores ha motivado que el personal de la entidad se muestre casi convencido de que "se trata de los mismos delincuentes" y han denunciado que "el problema de fondo es la falta de seguridad ciudadana".