El PSOE ha criticado que el nuevo subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, haya "fichado" como jefe de gabinete al concejal del Ayuntamiento de Arcos de la Frontera Sebastián Ruiz, que está inmerso en una causa judicial por presunto enchufismo junto a otros miembros del antiguo equipo de gobierno de PP y Aipro en la localidad arcense.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz han confirmado a Europa Press que, tal y como adelanta la Cadena Ser, al cesar un asesor del anterior subdelegado, se ha contratado como asesor a Sebastián Ruiz en funciones de jefe de gabinete.

A raíz de la noticia, la secretaria de Organización del PSOE de Cádiz, Araceli Maese, ha reprochado al PP en una nota que "sitúe en un puesto de tanta relevancia pública a una persona que está implicada en un escandaloso caso de enchufismo laboral en el Ayuntamiento de Arcos".

Así, ha recordado que "Sebastián Ruiz ya ha ido a declarar ante el juez y la causa sigue viva tal cual, sin que haya variado su situación procesal como investigado". Por ello, entiende que el PP "debería mantener las cautelas precisas, ya que puede nombrar para cargo público a una persona que puede quedar inhabilitada para cumplir ese cometido".

Mientras, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cádiz (PCSSP-GCC) ha lamentado que el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, haya "colocado" como jefe de gabinete a Sebastián Ruiz.

En una nota, el gobierno local ha dicho que, "anteponiendo la presunción de inocencia", entiende que "no genera buena imagen que el responsable directo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado nombre como asesor a una persona que está siendo investigada por haber contratado en el Ayuntamiento arcense a un familiar".

Al respecto, ha apostillado que "la mujer del César no sólo debe serlo, sino parecerlo. No sólo hay que ser honesto, sino parecerlo, y éste no es el caso".

El gobierno local ha considerado que el PP "tiene tan interiorizado en su día a día su convivencia con las prácticas irregulares y la corrupción que ni siquiera sus dirigentes se preocupan por disimular. O lo que es aún peor, puede que no distingan ya entre las buenas y las malas prácticas puesto que han desdibujado esa frontera".