Provincia de Cádiz

La Policía desmantela el clan de Los Castañitas tras una ardua operación

  • La intervención se saldó con la detención de buena parte de su estructura, considerada "la mayor organización dedicada al tráfico de hachís del Campo de Gibraltar", según las autoridades

La Policía Nacional informó ayer de la detención de 30 miembros del clan de Los Castañitas después de una ardua operación que los agentes iniciaron en 2015. El grueso de las detenciones, una veintena, tuvieron lugar en octubre del año pasado, como informó este periódico. El líder de la banda fue arrestado en diciembre por la policía marroquí en Tánger, hecho que también reflejaron las páginas de este diario.

El Cuerpo Nacional de Policía destaca que el clan de Los Castañas es "la mayor organización dedicada al tráfico de hachís del Campo de Gibraltar" e incluso lo vincula al blanqueo de capitales. La investigación comenzó en 2015 y culminó recientemente con el desarrollo de un dispositivo formado por 150 agentes. Las cifras hablan por sí sola: 30 detenidos (de nacionalidad española y marroquí), 21 registros en domicilios y naves, una tonelada de hachís incautada y 350.000 euros en efectivo, 16 vehículos, tres embarcaciones semirrígidas, varias armas de fuego y 17 inmuebles con un valor de tres millones de euros intervenidos y 24 cuentas pertenecientes a diferentes personas físicas y jurídicas bloqueadas.

150 agentes han participado en el dispositivo que acabó con 30 detenciones

A pesar del amplio dispositivo desplegado, varios de los investigados huyeron a Marruecos. Por este motivo se desarrolló una investigación conjunta con las autoridades policiales del Reino de Marruecos, coordinada y dirigida por la Consejería de Interior de la Embajada de España en Rabat. La cooperación fue clave para localizar y detener a algunos de los líderes fugados de la organización. Uno de los huidos fue arrestado en Rabat, mientras que otro hombre de confianza de los cabecillas, que se encargaba de supervisar la infraestructura para realizar los transportes del estupefaciente, fue detenido en una vivienda del Zabal, lugar que no abandonaba bajo ningún concepto. Por ello los agentes tuvieron que asaltar la casa, bajo el correspondiente mandamiento judicial, para poder detenerlo.

También fueron detenidos otros 10 miembros de la organización gracias a los servicios de la Policía Judicial de Tetuán, uno de ellos el líder de la organización, que portaba un pasaporte falsificado, y su hijo, sobre los que recaían sendas Órdenes Internacionales de Detención.

Según explicó la Policía Nacional, la organización desmantelada monopolizaba el tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar y ocultaba la droga inmediatamente después de su desembarco en diferentes fincas del Zabal. Pero también cobraban elevadas sumas de dinero alijando toneladas de hachís para distintas organizaciones criminales gracias a su amplia infraestructura. Los investigados disfrutaban de un altísimo nivel de vida.

Tras la investigación los policías conocieron que Los Castañitas organizaban habitualmente transportes con, al menos, dos embarcaciones semirrígidas de más de 12 metros de eslora, con capacidad para transportar unas tres toneladas de hachís en cada una. También utilizaban equipos de transmisiones con los que se comunicaban durante el transporte, desembarco, y ocultación del estupefaciente, y contaban con un gran número de personas que vigilaban en puntos estratégicos.

La organización adquirió viviendas en el Zabal para guardar la droga. De la custodia del hachís se encargaban familias humildes, sin ningún tipo de remuneración económica y sin anotaciones policiales ni relación con actividad delictiva alguna, a las que cedían las casas para que pudieran pasar desapercibidas y no levantar ningún tipo de sospecha. A estas personas también les facilitaban vehículos y dinero a cambio de que guardaran la mercancía.

El clan también disponía de, al menos, dos narcoembarcaderos en el río Guadarranque. Tres de las embarcaciones que usaban para llegar a los embarcaderos, de unos 12 metros de eslora y con varios motores de 300 caballos -valoradas en 200.000 euros cada una-, fueron intervenidas.

Los conductores de los vehículos todoterreno que realizaban la carga del estupefaciente en playa para llevarla hasta las conocidas como guarderías habían recibido órdenes de embestir a cualquier vehículo que intentara su interceptación, ya fueran integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de cualquier otra organización que pretendiera sustraer la droga.

En varios de los desembarcos protagonizados por la organización fueron arroyados vehículos policiales uniformados cuando intentaban frustrar el desembarco de la droga e incluso pusieron en peligro a particulares que circulaban por la zona. De hecho una mujer fue atropellada en una persecución el pasado mes de febrero, y durante los últimos meses vehículos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han sido arrollados en distintas persecuciones.

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