Provincia de Cádiz

Reformar antes de la guerra

  • El 'USS Ross', uno de los destructores de la VI Flota de EEUU, se somete en la Base de Rota a unas tareas de mantenimiento a cargo de Navantia

El USSRoss permanecía ataviado de andamios y tubos en el muelle de la Base Naval de Rota en una mañana gélida en la que no cesaba el ir y venir de trabajadores y marines. Por la pasarela de embarque desfilaban lo mismo operarios gaditanos que hombres con uniforme militar venidos de diversas partes del globo. El 'Ross', como algunos le llaman, está en esa fase de lavado de cara previo antes de volver a navegar por el mundo. Misiones en zonas conflictivas como el Mar Negro avalan la trayectoria de este buque. La responsabilidad de remozar el navío estadounidense corre a cargo de Navantia. Los oficiales estadounidenses explicaron la sintonía existente entre la Armada de EEUU y Navantia, a quien agradecen la organización del trabajo y el cumplimiento de los plazos.

La relación contractual entre Navantia y EEUU está fijada para siete años, con un acuerdo que se rubricó el 1 de noviembre de 2013 y con un montante aproximado de 200 millones de euros. La labor de la naviera estatal será la del cuidado de los cuatro destructores que tendrá EEUU en la Base de Rota para el programa de misiles balísticos de la OTAN y que forman parte del escudo antimisiles.

Las tareas en el USSRoss se iniciaron el pasado diciembre de 2014 y se espera que el próximo mes de marzo finalice la puesta a punto de este buque. Anteriormente, el USS Donald Cook pasó por el mismo proceso de agosto a noviembre de 2014. Con la llegada, la próxima primavera, del USS Porter y el USS Carney, se prevé alcanzar la etapa de mayor intensidad. "Cuando estén los cuatro destructores movilizados vamos a tener actividad aquí de continuo", confirmó Humberto Martínez Marín, director de mantenimiento de Navantia destinado a los destructores. Martínez Marín recalcó que para acometer las reformas en las embarcaciones precisan trasladar sus instalaciones por el recinto. "Como se puede observar cada vez que realizamos mantenimiento lo que hacemos es desplazar todas estas instalaciones. De tal manera que lo que desarrollamos es un astillero móvil. Montamos y desmontamos el astillero en el plazo de una semana o diez días. Y cuando los trabajos están completados lo quitamos", aclaró Martínez Marín.

Tanto los oficiales estadounidense como el representante de los astilleros públicos afirmaron que en los trabajos del 'USS Ross' y de otros barcos pueden llegar a movilizarse entre 400 y 450 trabajadores en total. No obstante, Marín aseguró que la media habitual de operarios está en 170 empleados de Navantia o industrias auxiliares. Martínez Marín desgranó algunos de los detalles de la ejecucicón de los trabajos y advirtió, "en el contrato nuestro no se incluyen los sistemas de combate". Por lo cual, no se incorpora el mantenimiento de las portentosas baterías capaces de alcanzar un objetivo a 10 millas y tampoco de los radares que interceptan movimientos a 200 millas. Éste apuntó que los operarios intervienen 24 horas de los siete días de la semana, y que el tiempo estimado de las tareas es de 100 días.

En concreto, Navantia proporciona servicios como trabajos de reparación del casco y de los sistemas mecánicos y eléctricos, o la fabricación e instalación de modificaciones relacionadas con la mejora y modernización del buque. Las labores de reparación incluyen desde trabajos de conservación, de control de la corrosión o de reparación del sistema de bombeo, a la rehabilitación de las zonas de alojamiento, con la instalación de nuevas literas, mobiliario y aseos, o a la instalación de nuevos sistemas militares de defensa y comunicaciones.

"El día a día es un trabajo de equipo, donde permanentemente estamos afrontando retos y hasta la fecha todo está saliendo adelante", asintió el director del mantenimiento de los destructores de Navantia. Por otra parte, los estándares de actuación, diferentes a los de Europa, y el factor cultural constituyen otro de los puntos a tener en cuenta. "Uno de los factores que influye es el cultural. Nosotros somos gente española, fundamentalmente de esta área, y el equipo de la Navy, los 60 que pone a disposición el comandante. Es un reto", reconoció Martínez Marín. En cuanto a la confluencia de normativas, Marín admitió que "con independencia de todos los trabajos que estamos realizando, ha habido una actividad enorme y única en buscar soluciones a sistemas de gestión que cumpliesen tanto con los estándares que requieren la Armada de EEUU y el Gobierno de EEUU como con los estándares españoles, de la UE, en materia de seguridad, de prevención, de gestión medioambiental". La Armada de EEUU calcula que al final del contrato, Navantia habrá invertido tres millones de horas en el apoyo de sus destructores.

En un breve paseo por la cubierte del buque, algunas fuentes de Navantia susurraban "conviene hacer negocios con éstos", en referencia al prestigio que supone el contrato para la naviera y a la fiabilidad de pago estadounidense. Dentro, en la sala de radares, desde donde un botón puede desplegar misiles tomahawk y hacer desaparecer edificios en segundos, las mismas sensaciones: "Mejor seguir cerca".

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