Provincia de Cádiz

La Sierra se pone en pie de guerra ante la pérdida de empleos

  • El alcalde de Ubrique y su gobierno se encierran en la oficina del paro · En Arcos, 200 personas capitaneadas por el SOC toman dos bancos · IU reúne a 150 personas en Villamartín

Vecinos y responsables políticos de la Sierra de Cádiz se pusieron ayer en pie de guerra en distintas localidades para protestar por las dentelladas que la crisis económica está dejando en la zona y que se traducen en las abultadas cifras de paro.

Los tres municipios con más población, Arcos, Ubrique y Villamartín, vivieron una movida mañana cargada de protestas, reivindicaciones y ocupaciones en entidades públicas y financieras.

En Ubrique, el alcalde Javier Cabezas (PA) y el resto de ediles que forman el gobierno municipal ocuparon las instalaciones del Servicio Andaluz de Empleo para alertar sobre la grave crisis que atraviesa el sector de la marroquinería, cuyos efectos han dejado ya en la cuneta a 1.800 parados.

Por su parte, unas 200 personas abanderadas por el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), con el respaldo del alcalde de Espera, Pedro Romero (IU), se encerraron en dos entidades bancarias de la calle Corredera, en Arcos, para culpabilizar a este sector de los estragos de la actual situación.

Un dispositivo de seguridad formado por agentes de la Guardia Civil tuvo que personarse en la zona y al filo de las tres y media de la tarde, logró de manera pacífica que los manifestantes desistieran de seguir en el encierro, abandonando las instalaciones.

Por último, cargos públicos provinciales y serranos de Izquierda Unida (IU) se concentraban a media mañana también en la plaza del Ayuntamiento de Villamartín para protagonizar su repulsa por la situación de inactividad y pérdida de empleos en la zona. Acudieron unas 150 personas.

El alcalde de Ubrique, Javier Cabezas (PA), con su equipo de gobierno a la espalda, protagonizó durante toda la mañana una ocupación de las oficinas locales del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para pedir medidas urgentes que frenen las sangrantes cifras de parados del sector de la marroquinería en la localidad.

El regidor andalucista, acompañado de la plana de concejales del gobierno formado por el PA y el PP, alertó del duro revés que padece en estos momentos la industria local de la piel, que ha dejado ya alrededor de 1.800 desempleados en el pueblo de Ubrique, según concretó.

Cabe destacar que la popular manufactura de la industria de la piel ubriqueña es la que tiene tradicionalmente mayor peso específico en el sector andaluz. "No ha habido una época peor que ésta en la historia de la marroquinería", advirtió el primer edil, quien justificó esta protesta ante la "falta de respuesta" de la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía a la petición de un encuentro para tratar este "grave" panorama laboral que atraviesan, apuntó, decenas de familias del pueblo. En un principio, el gobierno local tenía la intención de prolongar durante 24 horas el encierro de ayer si no había una respuesta de la Junta de Andalucía. Finalmente la Delegación Provincial de Empleo emplazó al filo de las dos de la tarde al alcalde a un encuentro la próxima semana.

Javier Cabezas pidió públicamente al delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, la convocatoria de la Mesa tripartita de la marroquinería, que no se reúne desde hace dos años y en la que están representados empresarios, administración y sindicatos.

El alcalde se interrogó, también, sobre el diseño de algunas políticas de empleo para enfrentar los efectos de la actual crisis. Dijo que la mayoría de los programas que se están planteando desde las administraciones superiores están vinculados al sector de la construcción que, en el caso de Ubrique, supone sólo el 10 por ciento de los desempleados. "Son bien recibidas todas las ayudas. Pero el otro 48 % de parados de la piel en Ubrique está esperando una respuesta", apostilló.

Hizo un paralelismo entre los 1.600 despidos de Delphi, de los que recordó que procedían de distintos puntos de la Bahía gaditana, que en conjunto suman una población de más de medio millón de personas. "Entonces se tomaron medidas excepcionales. Ahora hay 1.800 parados, en un pueblo, vinculados a un único sector industrial y sin medidas específicas para resolver el problema".

Javier Cabezas reconoció las líneas de ayudas que en la actualidad están abiertas para favorecer la actividad de las empresas. "Es una solución. Pero hay mucha gente que está pasando directamente hambre", añadió. El máximo representante de la institución aseguró no poder dar datos concretos porque se "está perdiendo trabajo en las empresas reguladas y en las que están en la economía sumergida". Tampoco sobre los expedientes de regulación de empleo a los que, sí añadió, se han acogido algunas empresas. "Es verdad que hay empresas que no están cerradas pero están haciendo regulaciones. Esos datos los tiene Empleo y el Ayuntamiento tiene que saber la situación real del pueblo", concluyó.

En Arcos, alrededor de 200 personas tomaron por la mañana literalmente las dependencias de dos entidades bancarias, lo que afectó al normal desarrollo de la actividad. Esta protesta estuvo capitaneada por los sindicatos SOC y SAT y encabezada por el alcalde de Espera, Pedro Romero (IU) y el líder sindical Diego Cañamero, entre otros. Los manifestantes ocuparon las sucursales del Banco de Santander y Cajasur para señalar al sector financiero como el máximo culpables de la parálisis de actividad económica.

"Contra el paro, lucha obrera" fue uno de los gritos que se escucharon en esta protesta, en la que tuvo que intervenir la Guardia Civil para convencer a los encerrados a que accedieran a poner punto y final al encierro. Aunque hubo algún momento de tensión, finalmente sobre las tres y media de la tarde los manifestantes procedieron a finalizar el encierro.

Y finalmente, en Villamartín, se concentraron cargos políticos de IU en la plaza del Ayuntamiento. Unas 150 personas asistieron a esta movilización para reivindicar políticas sociales a favor de los trabajadores y las pequeñas y medianas empresas de la comarca. Al acto asistió el parlamentario andaluz de IU por Cádiz, Ignacio García y el coordinador provincial, Manuel Cárdenas, entre otros. El diputado andaluz, Ignacio García, insistió en su intervención "en la importancia de la movilización de la ciudadanía para intentar dar un vuelco a la situación de crisis actual y para demandar políticas reales que beneficien a las clases más desfavorecidas".

García dijo que existen "dos formas de salir de la crisis, la que preconiza la derecha, basada en abaratar y flexibilizar el despido o en las reducciones de impuestos, y otra defendida por IU, que pasa por políticas sociales, por el apoyo a las pymes, a las familias, por destinar más dinero a las medidas sociales, por fortalecer el sector público y por una intervención del estado en sectores como la banca, a través de una banca pública".

Hoy hay más actos previstos en localidades como Alcalá del Valle y Bornos.

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