Poco o casi nada se había dicho en las últimas semanas acerca de la negociación del plan industrial para Navantia. Las conversaciones sobre un documento que tendrá que asentar los cimientos sobre los que se construirán los astilleros del futuro en todo el país ni siquiera habían arrancado como consecuencia, irónicamente, de costumbres del pasado.

Los sindicatos habían expresado que esa reunión no daría comienzo hasta que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista mayoritaria de Navantia, no accediese a abonar los atrasos consolidados, sobre todo, por los trabajadores de la antigua Bazán. Son las conocidas como asimilaciones.

Fuentes de Navantia dicen que todo va por buen camino pero que no hay nada cerrado

Así transcurrió todo hasta ayer. Las federaciones de Industria de UGT y CCOO anunciaban que se ha llegado a un acuerdo para iniciar ese proceso de negociación del plan estratégico de Navantia, tras desbloquear las medidas económicas que facilitan el abono de las asimilaciones a los trabajadores de la compañía del grupo SEPI.

El acuerdo, según indicaron ayer en un comunicado la federación de Industria de UGT, se alcanzó tras la reunión mantenida entre los secretarios generales de CCOO de Industria, Agustín Martín; y de UGT FICA, Pedro Hojas, y la presidenta de SEPI, Pilar Platero. El desbloqueo permitirá también que en los próximos días los comités de empresa informen a las plantillas sobre la aplicación de las asimilaciones, tras la reunión que van a mantener con la dirección de Navantia, y "la vuelta a la normalidad", indicó en el comunicado UGT FICA.

El plan estratégico de Navantia persigue modernizar a la compañía con inversiones que la hagan viable, con futuro, y genere empleo estable y de calidad para toda la industria de construcción naval y fundamentalmente para las comarcas donde se ubica Navantia, que tienen importantes necesidades industriales y sociales.

En este sentido, fuentes de Navantia reconocieron ayer a este periódico que la negociación transcurre por buen camino, hay buenas perspectivas, pero aseguraron que aún no se ha cerrado nada en cuanto a las asimilaciones y otros flecos. Esto, no obstante, podría producirse en breve espacio de tiempo.

De darse ambas partes el visto bueno, comenzaría una negociación del plan industrial que tampoco se prevé que sea fácil. De entrada, al menos en la Bahía de Cádiz, cuenta con posiciones de salida distintas. Mientras desde el comité de la factoría de San Fernando exigían precisamente el pago de estas asimilaciones para comenzar a hablar, desde Puerto Real sus representantes sindicales ya expresaron en varias ocasiones que la prioridad es el rejuvenecimiento de la plantilla. Incluso, aseguraron que para esta plana el plan industrial significa la llegada de nuevos operarios que se incorporen a una plantilla que va perdiendo efectivos progresivamente como consecuencia de la edad.

Al mismo tiempo, la Bahía vive pendiente mes a mes de que lleguen buenas noticias desde Arabia Saudí. Aunque todas las partes coinciden en señalar que "todo está ya atado", la firma no llega.