Al mismo tiempo que José Manuel Pascual ponía ayer sobre la mesa de negociaciones que mantiene abierta con la Junta su última propuesta, los trabajadores que conforman las plantillas de tres de sus cuatro hospitales de la provincia se concentraban ayer a las puertas de sus centros de trabajo.

A las once de la mañana, la gran mayoría de los empleados de los hospitales de El Puerto, Villamartín y Sanlúcar hacían una parada en sus jornadas laborales para reclamar desde la calle una salida inmediata al conflicto entre la Junta y Pascual.

En Sanlúcar, la protesta se inició frente a la entrada del Hospital Comarcal Virgen del Camino y, minutos después, los trabajadores se concentraron junto a la glorieta aledaña al centro sanitario, cortando así durante 20 minutos el acceso de la ciudad por la carretera de Chipiona.

La presidenta del comité de empresa, Marta García, afirmó que la plantilla del hospital sanluqueño reclama a Junta y Pascual que "sigan en la misma sintonía de la semana pasada y, por favor, den una solución ya a nuestros puestos de trabajo y a la atención a la ciudadanía".

"Los trabajadores hemos sufrido en nuestras carnes este conflicto. Todos estamos cansados de esperar una solución que no viene". Estas frases fueron ayer, por otra parte, el resumen del sentir de los empleados de Pascual que se concentraron a las puertas del hospital Virgen de las Montañas, en Villamartín, para pedir por enésima vez un acuerdo entre la firma sanitaria Pascual, propietaria de seis hospitales y la Junta de Andalucía.

Contaron, además, que el conflicto entre Pascual y la Junta se ha cobrado ya en este centro de trabajo, al menos, medio centenar de empleos. "Desde hace tres meses, se han perdido 50 empleos. Hemos pasado de 300 a 250 trabajadores en Villamartín. Este hospital está asumiendo a parte de la plantilla, por ejemplo, del hospital de Málaga, que no tiene actividad. Además, tenemos mucha incertidumbre por el cobro de nuestros sueldos. Hay muchos profesionales que están con contratos de 20 horas y dependen de ese sueldo para vivir", explicó Beatrice Bejarano, la portavoz del comité de empresa en el centro serrano, durante la protesta que secundaron.

Por su lado, en el Santa María del Puerto la protesta se saldó con un resultado agridulce. Si bien la participación de la plantilla fue amplia y unas 200 personas se sumaron a la movilización convocada en la rotonda del Oasis, apenas un puñado de portuenses pudo ser testigo de esta protesta, debido al exagerado cordón de tráfico habilitado para evitar el colapso de la zona. Así, con controles de la Polícía Local habilitados en lugares estratégicos, a bastante distancia del cruce del Oasis, y otros cordón más cercano con agentes de la Policía Nacional, apenas ningún vehículo circuló por la zona durante la protesta, para frustración de los trabajadores allí concentrados que lo que pretendían era, precisamente, dar visibilidad a su problema.

Antes de la concentración el comité intercentros de la empresa se dirigía a los trabajadores a la entrada del centro hospitalario, poniéndoles en antecedentes de la situación. También se dio a conocer la situación de admisiones en el hospital, con apenas 37 pacientes ingresados ya que la mayoría de los que llegan son derivados al Clínico de Puerto Real, salvo los casos más urgentes.

En la concentración de ayer, al margen de la escasa visibilidad de la protesta llamaba también la atención la falta de apoyos ciudadanos y de políticos locales (únicamente acudieron los populares Alfonso Candón y Germán Beardo), quizás porque a la convocatoria tampoco se le había dado demasiada publicidad.