No hay mal que por bien no venga. Los fortísimos temporales que azotaron a finales de septiembre la costa levantina provocaron que dos grandes buques de carga quedaran encallados frente a la playa de El Saler, en Valencia. Pues uno de ellos, el Celia, llegará en los próximos días a la factoría de reparaciones de Navantia-Cádiz para someterse a una revisión, antes de retomar sus rutas marítimas.

La prensa levantina destacaba en días pasados que se estima que el encallamiento del buque no le ha provocado grandes destrozos aunque los propietarios de la nave, que quedó embarrancada con abundante carga a bordo, prefieren que pase por el astillero gaditano para así garantizar sus operaciones venideras.

El caso ha resultado especialmente llamativo, dado que la Capitanía Marítima de Valencia ha calificado de "casualidad" que dos barcos, el Celia y el BSLE Sunrise, sufrieran "problemas mecánicos al mismo tiempo", una frase que parecía descartar posibles negligencias.

En principio, la web de levante-emv.com contaba el pasado 2 de noviembre que "mientras la tripulación descansa y se inspecciona el buque, Salvamento Marítimo quiere cerrar con los armadores el importe de las indemnizaciones".

En cuanto a su marcha hacia Cádiz, el mismo medio avanzaba que en los próximos días, el Celia pondría rumbo hacia Navantia-Cádiz, donde será puesto a punto.

La llegada de este buque se sumará a los cruceros que repararán en el astillero de la capital entre noviembre y diciembre. De hecho, ahora mismo, el Empress, de la naviera Pullmantur está sometiéndose a unas reparaciones, mientras que en los próximos días podría entrar en el dique 1 el AzamaraQuest, de la Royal Caribbean. Tanto es así que hoy se le esperaba en Sevilla, cuyo puerto ha sido seleccionado por la compañía norteamericana como base para una de sus rutas.

Aún quedan por llegar a Navantia el Serenade of the Seas y el buque de la Armada Navarra