El último balance de los procesos concursales en la provincia ha echado por tierra los recientes mensajes de que el final de la crisis y el principio de la recuperación están cerca. Según el informe publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el juzgado de lo Mercantil de la provincia, ubicado en la capital, registró en el segundo trimestre 34 nuevos concursos de acreedores de empresas incapaces de hacer frente a las altas deudas y necesitadas del apoyo judicial para liquidarlas. Este volumen de expedientes es muy superior al que se produjo en los tres primeros meses del año, cuando fueron 21, pero, sobre todo, representa un enorme incremento con respecto a la incidencia de 2008, cuando la economía ya se encontraba plenamente inmersa en la recesión económica. Y es que entre abril y junio del año pasado, el órgano que preside la jueza Nuria Orellana determinó la apertura de diez concursos, lo que significa que el volumen se ha triplicado durante el periodo primaveral, según los datos del INE.

El balance semestral es igualmente negativo porque en los seis primeros meses de 2009 se han iniciado 55 asuntos, más que en todo el ejercicio pasado, que se cerró con 42.

Además, es llamativo el aumento de casos de insolvencia entre personas físicas sin actividad empresarial. De los 34 procesos abiertos en el segundo trimestre, 16 (casi la mitad) respondía a este perfil, mientras que la mayor incidencia entre las compañías (18) se da entre las sociedades de responsabilidad limitada (11). La actividad predominante no ha sido la construcción, sino el comercio al por mayor (5), aunque el sector del ladrillo y la agricultura siguen registrando un alto impacto con tres firmas de cada ámbito. El procedimiento mayoritario es el ordinario y el tamaño de las empresas más abundante es de un volumen de negocio inferior a los dos millones de euros y de 10 a 19 empleados.