Manuel rodríguez de castro. ex delegado en la zona franca

"Ya me han dicho de todo y lo único que me queda es ser resistente"

  • Acaba de terminar el juicio del caso Rilco en el que se enfrenta a diez años de prisión y asegura que espera una condena absolutoria, aunque afirma que es víctima de una conspiración

Desde que dimitió como delegado del Estado de la Zona Franca ha salido infinidad de veces en los medios por los procesos judiciales de la Zona Franca que han culminado en la celebración reciente del juicio por el caso Rilco, por el que se le piden diez años de prisión. Sin embargo, desde entonces no ha concedido una entrevista. La misma se produce en la cafetería del Hotel Playa Victoria. Gestual como pocos, allí trata de explicar su verdad y defenderse de lo que él llama una conspiración.

–El juicio ya ha acabado. ¿Qué sensación le ha dejado y qué espera de la sentencia?

–Espero la absolución porque eso es justo a la hora de impartir justicia. Espero que esa absolución sea lo más rápida posible porque este procedimiento se ha alargado tanto que se ha convertido en el más largo de la historia procesal de Andalucía. Creo recordar que el caso Ollero, el del PSOE, fue el otro.

Esto no es normal porque a esto hay que sumarle el arranque del Tribunal de Cuentas en 2001, la querella que pone el PSOE y la Abogacía del Estado en 2005, te encuentras en una situación procesal y legal en la que no es normal que esté un ciudadano.  Del juicio lo  que espero es que ese larguísimo proceso de instrucción en la vida de un ciudadano a la que hay que añadir dos inspecciones, un alcance más del Tribunal de Cuentas y una investigación de la Fiscalía Anticorrupción,una comisión rogatoria al extranjero y una investigación de Hacienda hecha por Alejandro Galera Pita y Nuria Maroto, que consta en las actuaciones. Yo no sabía que Nuria Maroto era la mujer de José Aurelio Ruiz Piña y mi sorpresa al enterarme en este juicio de quien me lleva a una segunda reflexión sobre este juicio. Todos estas estructuras del Estado de índole investigadora, inquisitorial, con sesgo político, demuestran algo que me parece increíble en pleno siglo XXI y es que el Estado todavía puede perseguir a un ciudadano con una impunidad impropia  de una democracia del siglo XXI, con todos sus recursos y hasta los últimos límites de la ley y la constitución y las libertades y los derechos humanos. Eres presunto culpable porque 20 altos funcionarios del Estado, como dijo José Aurelio Ruiz Piñas, te han encontrado culpable, que por cierto me parece una falta de respeto hacia el tribunal.

Otra reflexión que se saca del juicio es que Rilco sí existió. Lo más terrible de todo esto es que Rilco sí existió 13 años después de que se creara con seis personas sentadas en el banquillo. La realidad es que Rilco estuvo ahí.

A partir de que sí existió, la reflexión lleva varias veces a preguntarnos qué hacemos aquí. Funcionó, se entregó, se pagó lo que costaba no lo que valía, y lo que valía nunca se desarrolló porque no se supo, no se quiso y finalmente se decidió destruir. ¿Dónde está la razón por la que hemos estado sentado en el banquillo seis seres humanos trece años después?.

Por último es que si Rilco sí existió, dónde estuvo la malversación. No consigo entenderlo y no lo consigue entender nadie pero lo cierto es que aquí estamos después de un juicio oral y a falta de recibir sentencia sólo cabe volver al punto primero que es la absolución, no cabe otra.

–¿Recibió usted dinero de empresas relacionadas con Rilco, tal y como sostuvo el abogado del Estado en el juicio?

–Mentira, ni un euro. Lo más grave es que en este juicio hemos asistido a algo que fundamento en el llamado crimen digital y que no había visto nunca. Que el PSOE diga y la Abogacía del Estado también, ya que ésta es la mano que mece la cuna tolerada por la Fiscalía, que se diga de un ciudadano que está imputado por un delito de blanqueo de capitales enPanamá es la culminación del crimen digital, la puñalada que mata. Evidentemente esto lo que quieren hacer es describirte como un canalla y un delincuente internacional. Cuando yo leí eso en la instrucción hace años no daba crédito pero aquí está el certificado que lo desmiente (enseña y lee un documento del Gobierno de Panamá en el que dice que ManuelRodríguez de Castro “no ha sido penado”, fechado el 17 de mayo de 2013).

–Pero sí que tiene abierta una causa por delito fiscal en el Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla.

–Un inspector de Hacienda que fue vocal en la Zona Franca de Cádiz con Juvencio Maeztu, Alejandro Galera Pita, representando a la Aduana, es el que suscribe la investigación de Hacienda, basada en una solicitud de información y, por lo  tanto, no legal desde el punto de vista procesal, como le ha pasado a la Infanta Cristina. Este informe se hace por solicitud de la Abogacía del Estado pero particularmente se hace cuando Nuria Maroto es la directora de la Aduana de Cádiz y ha sustituido a Galera Pita como vocal en la Zona Franca. Qué casualidad tan curiosa. 

Igual que a la Infanta Cristina una solicitud de información sirve para hacerme ver como culpable de un presunto delito fiscal que se abre en el Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla con una inspección de Hacienda vacía de legalidad. Además, esta investigación que sirvió para abrirme otro proceso en Sevilla se utiliza para hacer creer que supuestamente he recibido dinero de Rilco. Por supuesto que es mentira.

Por ejemplo aparece un contrato en la causa que MiguelOsuna había rescindido con una tal Alicia Peschera. Este aparece sin firma y con un sello de la Zona Franca, reconociendo además gente de confianza de Osuna que nunca se le había pagado nada. Llama la atención que se admita como prueba que es un documento de word sin firma. Al final para concretar la hipótesis de que yo he cobrado dinero de Rilco tiene que hacer todo un pase en la vida de negocios de un ciudadano durante ocho años en el que me ponen una inspección de Hacienda que ya está prescrita como prueba para este juicio, que no para el de Sevilla, y para justificar una relación sacan un contrato. No tengo nada que ver con Duater (una empresa que trabajó con Miami Free Zone, adjudicataria del contrato de Rilco) y nunca lo han podido demostrar. Tampoco con Iberian Reits salvo el de ser el administrador y la persona a la que los accionistas encargaron la apertura aquí en España que en mi negocio es normal.En mis cuentas entraba dinero de muchos sitios pero nunca, y esto lo quiero recalcar, de Miami Free Zone ni de ninguna empresa relacionada con Rilco. Como no han podido encontrar nada, a la desesperada al final del juicio sumaron otras dos puñaladas digitales: la imputación por blanqueo de capitales en Panamá y que yo he recibido 800.000 euros de empresas vinculadas con Rilco. Mentira, ni un euro.

–¿Ytampoco tuvo negocios con los Leiva a través de la empresa de telecomunicaciones Netarsis, tal y como mantiene la acusación particular?

–José Aurelio Ruiz Piña dijo que Netarsis también cobró para Rodríguez de Castro de Miami Free Zone. Cuando se produce la bronca en la Zona Franca con los directivos vinculados al Partido Socialista, esta es una de las empresas de las que se me acusa de no haberle contado al registro de altos cargos que yo era accionista y estaba relacionado con esta compañía. El entonces Ministerio de administraciones Públicas abrió una investigación en la que se demuestra que Netarsis es una sociedad de un empresario de Málaga amigo de mi familia y que no está relacionada conmigo. Pero eso a Ruiz Piña le da igual y 13 años después dice que sí porque como él es un alto funcionario del Estado no se equivoca.

Ese informe también decía que yo no era alto cargo del Estado y que por lo tanto no estaba sometido a las obligaciones legales como los que sí lo eran, como por ejemplo dar información de sus asuntos privados al registro de altos cargos, salvo que por razones éticas lo quisieran, lo que hice con mucho gusto en 1996 contando lo que era mío y lo que no lo era, por ejemplo, Netarsis.

–¿De qué bronca habla?

–La bronca con los directivos vinculados al PSOE es mucho antes del desarrollo del Rilco cuando estos señores alegaron lo que definieron un exceso de gastos. Qué curioso que los mismos que habían cobrado dinero negro en sobres, en B, bajo las gestión del PSOE, cuando les digo que el asunto está siendo investigado por Hacienda, organizan un lío político y mediático con lo que se quieren defender de lo que el mismo inspector demostró y que debe estar en los archivos de la Agencia Tributaria y que era cierto: Juvencio Maeztu, Antonio Galindo, Félix Taboada, ManuelRodríguez Tey, Francisco Cano Rivero y José Francisco Pedrejón habían cobrado en B dinero sin declarar a Hacienda durante diez años provenientes de los fondos del Consorcio y eventualmente del Feder que fue la primera fricción que tuve con Daniel Vázquez (delegado del Estado en la Zona Franca entre Juvencio Maeztu y Rodríguez de Castro) y que arreglé y dejé ir judicialmente sin darle a Daniel ningún problema más que había que devolver a Europa 203 millones de pesetas y eso era un daño para el Consorcio. Daniel Vázquez era un hombre con buenas intenciones y me hizo ver que las instituciones están por encima de las personas. Lo que no podía dejar de pasar el pliego con el contratista del Feder ni dejar de investigar los pagos en dinero negro del delegado puesto por el PSOE a los directivos de la Zona Franca.

El informe de la Agencia Tributaria demostraba que sí había habido pagos en negro a Juvencio Maeztu, que se los había hecho a sí mismo, y a estos señores que acabo de mencionar pero había transcurrido ya el tiempo de prescripción y por lo tanto no se les pudo imputar el delito fiscal que habían cometido presuntamente.

Estas personas me montaron un lío mediático y político oponiéndose a mí porque les estoy investigando un presunto delito fiscal. Yo al final ceso porque no tengo necesidad de estar aguantando eso y mi familia tampoco. Yo no soy político, soy empresario, o era empresario. Cuando me voy, Osuna tarda un mes en llegar y durante ese tiempo, qué horror. He visto aportaciones de documentos con firmas que afirmo de nuevo que no reconozco.

–Su declaración en el juicio se centró en no reconocer ninguno de los documentos, en que todas las decisiones las tomó asesorados por los abogados del Estado tomando un papel de víctima. ¿No cree que desaprovechó un momento para poder explicar las cosas?

–Es que soy víctima de una conspiración. Cuando escuche las grabaciones creo que voy a tener que denunciar a la luz de las declaraciones de José Aurelio Ruiz Piña de que había 20 altos funcionarios del Estado investigándome porque me consideraban que era culpable. Después de 13 años de silencio, la primera vez que puedo hablar en la sala de un juzgado con libertad , lo que me sale como humano es que no hay manera de que tenga defensa ni aunque hubiera contratado a todos los bufetes de España si hubiera tenido dinero y un ciudadano como yo a lo que me he tenido que enfrentar durante 13 años, es imposible.

–¿Tiene fe en la justicia?

–Toda, es que no me queda otra. Tengo que creer en la independencia de la justicia porque no tengo elección y como ciudadano me toca ser respetuoso con el tribunal.  

–No me niegue usted que resulta sospechoso o poco estético que nombre a una persona como director general de Rilco, que además era su amigo personal, el mismo día que dimite.

–Eso se ha vuelto en mi contra. Estaba convencido de la bondad del proyecto pero a partir de mediados de 2000 yo no podía confiar en los directivos del Consorcio que le estaban haciendo el juego al PSOE. Era evidente que cualquier cosa que le pidiese que hiciesen iba a acabar en los medios para beneficio político del PSOE. No podía confiar en estos señores para sacar un proyecto imprescindible para el Consorcio y para Cádiz. Creía que tenía que ponerlo en personas de mi confianza, y no para que me tuvieran que informar directamente a mí, como ha dicho el fiscal, sino porque podían hacer un excelente trabajo en Rilco, porque no había que ponerle nada más que cariño al asunto.

–¿Le culpa Rafael Ortiz de haberle metido en esta historia (se enfrenta a 11 años de prisión)?

–No lo sé porque no he vuelto a hablar con él, pero le confieso que me siento culpable. 

–¿Por que tenía ese interés en que los Leiva tuvieran la oferta para desarrollar Rilco?

–Le envié la oferta a los 38 hitos logísticos, a todos. Esa era lo que había que hacer según los convenios que habíamos firmado. Se interesó también la Zona Franca de Colón, la más grande de América. La oferta de Miami Free Zone fue valorada por tres jóvenes gaditanos que las tres acusaciones quisieron hacer pasar como auténticos cretinos y que trece años después se han ratificado en su independencia y han dicho que esa oferta era la mejor. Testificaron la verdad aunque fuera incomoda para las acusaciones.

–Usted también  fue acusado  por no justificar 500.000 euros en gasto en la Zona Franca que fue lo que le llevó a la dimisión. ¿Pasó gastos personales a las cuentas del Consorcio?

–Es parte de la leyenda que se montó en torno a mí. Cada vez que yo viajaba y volvía entregaba un paquete relleno de facturas y comprobantes y gastos de tarjeta al departamento administrativo-contable para que me los reembolsaran. Durante tres años y medio todo fue estupendo pero qué casualidad que cuando ordeno una investigación contra los directivos de Zona Franca misteriosamente toda esa documentación desaparece y también gastos justificativos de mi despacho. Así que cuando llega la hora de presentarlos al Tribunal de Cuentas no están. Con esto se construyó un caso que están mal contabilizados los gastos de mi período. Además, no hay justificantes porque no se han aportado. Por supuesto que nunca le he pasado gastos personales a la Zona Franca. Durante la ausencia del delegado en el mes hasta que no entra Osuna pudieron hacer y deshacer lo que quisieron, las actas, las facturas, hacer correos electrónicos, hacer contratos sin firmar en word y poner pos-it a las actas, por ejemplo. 

–De usted se ha dicho de todo pero hay muchas indefiniciones. ¿Quién le trae a la Zona Franca, Rodrigo Rato, Teófila Martínez, los dos?

–Yo me afilio al PP en el año 1991 y en el tiempo libre que tengo entre estudiar y trabajar estoy como asesor en el Congreso de los Diputados para participar en asuntos de vivienda y urbanismo, que era a lo que entonces se dedicaba el negocio familiar. Participé en los programas de esta áreas que sucesivamente se fueron presentando a las elecciones. Este tema lo coordinaba Rodrigo Rato estando el PP en la oposición. Este tenía un vínculo de amistad personal con Teófila Martínez que entiendo que se habían conocido en El Puerto. Entre los tres surgió una relación cordial y coopero en el Plan Urban de Cádiz como asesor pero sin cobrar un duro. En ese momento Teófila conoce mis orígenes gaditanos porque mi familia hasta 1929 tenía en Cádiz la base de sus negocios: sacar especias a través del puerto de Cádiz hacia Argentina, Cuba y Estados Unidos. Con el crack del 29 a mi padre dejan de pagarle muchas exportaciones y el entonces ministro de Industria Calvo Sotelo le nombra comisario regio del Consorcio de la Zona Franca, cosa que no se pudo dar porque la república modifica la legislación y entonces pasó a ser abogado en Campsa en la Zona Franca. Yo mis tres primeros años de vida los paso en Cádiz y después vuelvo con frecuencia para ver a mis abuelos. Cuando esa gaditanidad es descubierta por Teófila Martínez y surge la opción de la Zona Franca, se concentró Manolo con Teófila o Teófila con Manolo pero era el destino.

–¿Ha echado de menos el apoyo de la alcaldesa durante estos años?

–No sólo la comprendo sino que la aplaudo. Teófila es una de las políticas que hay pocas en España y comprendo que como política no podía hacer otra cosa que mantenerse al margen. Imagino que debe pensar igual que yo que esto es un linchamiento, un crimen digital y más ahora que sabe por lo que se ha dicho en la Sala que Rilco existió, que se pagó lo que costaba por él y supongo que estará impactada.

–Dice que está sin un duro. ¿Empresarialmente está acabado? 

–Estoy tieso como la mojama. Cuando trabajaba para el Grupo Salinas empiezan a aparecer todas las cosas que el PSOE y la Abogacía del Estado decían sobre mí. Cada vez fue más difícil y además se estaba comprometiendo el buen nombre de una compañía y tuve que dejarlo para no perjudicarles. Encima, en la Navidad de 2011, en un festín de vampiros, el señor De  Mier dijo que estaba en busca y captura y entonces fue cuando hasta aquí llegamos. Ese día terminó definitivamente mi vida empresarial. Lo he intentado todo pero cualquier cosa que intento, termina por romperse.

–¿Tiene miedo a entrar en la cárcel?

–Claro que sí. Sería de locos no tenerle miedo. Tengo miedo y respeto pero tengo confianza en un tribunal independiente, aunque sé que las presiones que van a sufrir van a ser tremendas, pero no me queda otra.

–Todo el mundo repite que le extraña que Osuna esté sentado en el banquillo de los acusados, pero que a usted se le veía venir. ¿Le molesta que se diga eso?

–A esta edad y con tan poco pelo no me molesta nada. Me han dicho de todo ya y no me queda más remedio que ser resistente que no impermeable y que el legionario que llevo dentro aguante los cañonazos hasta el día de mi muerte. Tumbar no me van a tumbar. Podrán decirme de todo, meterme en la cárcel porque no debemos olvidar que usted está hablando con un ciudadano acusado, pero seguiré defendiendo todo lo que tenga que defender y defiendo lo que hice, lo que hago y lo que haré porque sería tremendamente injusto que me condenaran porque no hubo malversación, nadie me pagó por Rilco y no hubo prevaricación. Por ello, espero la absolución. Eso sí, queda mucho Manuel Rodríguez de Castro y los 20 altos funcionarios, los abogados del Estado, el PSOE de España y todos juntos no suman las pelotas que tiene Rodríguez de Castro.

–¿Fue usted un dictador y un sátrapa en la Zona Franca? Hay empleados que todavía tiemblan al escuchar su nombre y que recuerdan sus aires de grandeza.

–Nunca fue mi intención. Hay mucha gente a la que recuerdo con cariño. Yo amaba la Zona Franca porque está dentro de mi familia. Era el momento más feliz de mi vida y en aquel entonces era el más alto cargo de España, que después resultó que no era alto cargo y lo que era fue un capullo. Si en algún momento fui prepotente porque veía colmadas mis ambiciones y mi felicidad y me hizo equivocarme en las formas, pido disculpas. Nunca fue mi intención, pero como no fue mala, no tengo cargo de conciencia. No recuerdo haber tenido más broncas en la Zona Franca que con los señores que eran contrarios a mi forma de trabajar. Ellos querían ser funcionarios de ocho a tres. Yo soy ex legionario, caballero legionario paracaidista, y tengo un carácter que quizás es muy militar. De hecho en casa somos gente muy disciplinada. Eso hizo que chocase con la mentalidad del Consorcio. Si vienes con ideas nuevas vas a chocar que quiere seguir anclada en lo que había hacía más de 70 años.

-En torno a usted se ha creado una leyenda. ¿Es cierto que venía un peluquero a su despacho en la Zona Franca a cortarle el pelo?--Son anécdotas curiosas y el humor es algo que los gaditanos llevamos muy dentro. ¿Lo del peluquero? Es cierto. Mi teoría era que perdía menos tiempo cortándome el pelo en el despacho y dándole trabajo al peluquero que hacerlo como lo hacían decenas de personas, yendo a cortarme el pelo al centro o haciendo uso de un derecho laboral y perdiendo dos horas de trabajo. Hay que recordar que cuando yo llego al Consorcio se trabajaba de ocho a tres, por las tardes no se trabajaba. Sin embargo, ya desde el principio la luz de mi oficina no se apagaba hasta las diez o las once de la noche y eso era porque yo estaba trabajando. Sí me pelaba pero le pagaba al señor de mi bolsillo y no se ha podido demostrar nada de lo contrario y tardaba diez minutos porque tampoco tenía mucho que cortar.

-¿Y su gusto por que el coche oficial fuera a recogerle a la escalerilla del avión como si tuviera tratamiento de jefe de Estado?

-La única vez que ocurrió eso se produjo a propuesta de la Policía Nacional, que se planteó llevarlo a la escalerilla del avión el mismo día en el que informaron desde el Ministerio del Interior que mi nombre había aparecido en unos papeles del comando Andalucía de ETA y había información mía y de mi familia como posible objetivo para cometer un atentado. Yo dije que no y fui andando desde el avión hasta la terminal del aeropuerto de Jerez.

Hay otra, que reservaba en los aviones el asiento de al lado para que nadie lo ocupara y quedara vacío.

Jamás lo he hecho en mi vida.

-Usted presentaba un currículum brillante, pero se preguntó en la Universidad de Lasalle estadounidense y allí dijeron que usted no se había licenciado. ¿Falseó el curriculum?

-Para nada, es obvio que no. Lo curioso de todo esto es la impunidad con la que se le puede decir una cosa de alguien que está penado políticamente. Siempre me pregunté en que Universidad de Lasalle había preguntado porque hay muchas, ya que los salesianos tienen una gran obra educativa en los Estados Unidos. En la que yo estuve no preguntó y es mentira igual que mintió el abogado del PSOE con el blanqueo de capitales en Panamá, igual que lo hace el abogado del Estado al decir que he cobrado 800.000 euros o con la reserva de un asiento paralelo en el avión. Mentir sobre mí ha sido gratuito durante estos 13 años. La licenciatura que tuve fue en Económicas, después allí mismo realicé un máster y realicé posgrados en otras universidades.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios