Provincia de Cádiz

115 empleados de seguridad reclaman sus atrasos tras desaparecer su empresa

  • El grueso de la plantilla de Segur Ibérica desarrolla su labor en las factorías de Navantia en la Bahía

Pancarta que luce en la entrada del astillero de la capital gaditana.

Pancarta que luce en la entrada del astillero de la capital gaditana. / JESÚS MARÍN

Los 115 trabajadores que hasta ahora pertenecían a la empresa Segur Ibérica se encuentran en plena negociación, acompañada de un calendario de protestas, en un intento de llegar a un acuerdo para que les sean abonadas las cantidades pendientes que, según denuncian, aún no han recibido después de que esta compañía haya entrado en concurso de acreedores y haya sido adquirida por una multinacional del mismo sector.

El presidente del comité de empresa de Segur Ibérica en la provincia de Cádiz, Juan Cornejo, explicó ayer a este periódico que desde el pasado 22 de diciembre están bajo la supervisión de un administrador concursal. Desde que se anunció la entrada en concurso de acreedores, algunos de los trabajadores de la plantilla fueron subrogados por otras empresas que pasaron a desempeñar estos servicios de vigilancia como son, por ejemplo, los casos de Bodegas Rives o la central térmica de Arcos. Sin embargo, explicó, queda un grueso de 65 operarios de plantilla más otros 14 eventuales que desarrollan su labor en las factorías de Navantia en la Bahía de Cádiz.

"Ayer mismo -por el pasado lunes- recibimos dos pagos de lo que se nos debía, y aún así a cada uno de los fijos se nos sigue debiendo unos 300 euros a cada uno. Pero a los eventuales se les debe incluso la liquidación, calculamos que unos 1.200 euros a cada uno de ellos".

El comité seguía ayer en plena ronda de negociaciones para ver cómo queda su futuro. Al respecto, el presidente del comité detalló que "en nuestro caso nos acogemos al artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores que regula la sucesión de empresa, que es nuestro caso. Ahora, con la nueva multinacional, debemos trabajar en las mismas condiciones".

La nueva compradora, según se anunció en su día, es la compañía ICTS, de ámbito internacional, con sede central en Holanda pero con un origen fijado en Israel. Será a partir de las primeras semanas de febrero, cuando se espera que el nuevo dueño firme la compra definitiva, cuando estos operarios pasen a desempeñar sus funciones bajo la nueva denominación. Mientras tanto, también dirimen el recorrido del ERE que Segur presentó en la provincia por el que "se pretende el despido de dos personas, algo que no vamos a aceptar", añadió el portavoz sindical.

Además, la presencia de la empresa pública de construcción naval en el paquete de clientes que asume el nuevo comprador parece haber sido fundamental. De hecho, los trabajadores de Segur llevan varios días manifestándose en los astilleros, llegando a detener la producción en Puerto Real durante dos horas el pasado día 10.

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